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Hace apenas cinco años, el Hereda San Pablo era un novato en la máxima categoría del baloncesto nacional. Hoy, tras un crecimiento sostenido, puede presumir de haber alzado dos Basketball Champions League y una Copa Intercontinental y de haber disputado la Copa del Rey, el playoff de la Liga Endesa. El reto, ahora, es mantener el crecimiento, un objetivo nada fácil de conseguir. Y es que, tal y como subraya el capitán del equipo, Vitor Benite, «mantenerse arriba es más difícil que llegar».
En este sentido, el brasileño reconoce que «los tres títulos de la temporada pasada pesan», ya que «el listón se ha puesto muy alto y cualquier cosa que no sea ganar, como por ejemplo contra el Breogán en la segunda jornada, puede entenderse como un fracaso», lo cual es un error, porque «es parte del deporte».
Además, insiste, el San Pablo ya no es un desconocido. «El equipo ya tiene cierto caché. Ahora, los equipos que vienen se preparan más. No vamos a pillar a ningún rival desprevenido y no podemos aflojar en ningún partido».
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A partir de ahí, será el trabajo del día a día el que marque los objetivos concretos de la temporada. «Hay que mirar la dinámica de cada partido y ver qué hay que mejorar cada día. Tal vez, dentro de cuatro o cinco meses, en mitad de la liga, pueda decir si este equipo tiene capacidad para llegar a un objetivo u otro», reconoce el capitán.
De momento, subraya, las sensaciones del equipo son «buenas». «No he tenido malas sensaciones en ningún momento», ni siquiera tras la derrota ante Breogán. «Sabíamos que iba a ser difícil, con tantos cambios y entrenador nuevo», pero «tenemos que mirar a largo plazo» y seguir trabajando como se está haciendo de la mano de Zan Tabak, un técnico que llega con «un concepto diferente», pero que ya está dejando su impronta en el equipo.
«Tabak es un entrenador muy exigente, pero no sólo nos lleva al límite, sino que siempre lo hace enseñándonos cómo mejorar». Además, su perfil es el idóneo para el club en este momento. «Después de dos años muy buenos es importante que el entrenador no deje que el equipo entre en una zona de confort», y aunque «llevará más tiempo que el equipo coja las sensaciones que quiere el entrenador, estamos en el buen camino», subraya al tiempo que valora su rol en el equipo.
«Cuando uno va aportando más cada año, es normal que la gente le vea como un referente y el equipo le busque. Cada uno tiene su rol y debe cumplirlo, sea cual sea. El objetivo principal es ganar», concluye.
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