Qué forma de destilar orgullo. Sin casi entrenamientos y en pleno maratón de encuentros, el Hereda San Pablo destapó el tarro de las esencias para sobreponerse a un arranque idílico del UCAM Murcia, que en la mitad del segundo cuarto sometía a los de ... Peñarroya con una ventaja de 23 puntos. Pero apareció la dupla Renfroe-McFadden para demostrar que el cansancio no existe en la parroquia burgalesa.
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Hereda San Pablo Burgos
Dejan Kravic (3), Vitor Benite (8), Miquel Salvó (6), Jasiel Rivero (10), Alex Renfroe (23) – quinteto inicial – Alex Barrera (0), Thad McFadden (19), Jordan Sahko (3), Xavi Rabaseda (-), Kennet Horton (14), Alex Renfroe (23), Kareen Queeley (-).
89
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84
UCAM Murcia
UCAM Mucia (31+12+22+19): Jordan Davis (7), Augusto Lima (11),Sadiel Rojas (2), Conner Frankamp (18), David DiLeo (13)- quintento inicial- Marques Townes (0),Tomás Bellas (7), Rinalds Malmanis (-), Nemanja Radovic (4), Emanuel Cate (6), DJ Strawberry (16).
Parciales: 14-31, 23-12, 30-22, 22-19
Árbitros: Antonio Conde, Rafael Serrano, Andrés Fernández Carretero. Eliminado por cinco faltas Nemanja Radovic y por acumulación de falta técnica y antideportiva Conner Frankamp, ambos por UCAM Murcia.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 7 de la Liga Endesa celebrado en el Coliseum Burgos a puerta cerrada.
Qué raro es ver a Augusto Lima en El Coliseum con la camiseta de otro equipo, por mucho que continúe con una pata de su pantalón arremangada. Pero esa era la anécdota de un encuentro que empezó con muchas dudas en al ataque burgalés y con poca intensidad en defensa. Eso lo aprovechó el UCAM Murcia, concretamente Frankamp y DiLeo, que empezaron a castigar a los de Joan Peñarroya, aunque a la fiesta ofensiva de los murcianos se empezaron a sumar gran parte de los efectivos de Sito Alonso.
Tal vez el cansancio del primer partido en Europa del Hereda San Pablo Burgos hacía mella en los jugadores locales. Eso y que de momento no era el día de los burgaleses. Tan solo Renfroe intentaba que la herida en el marcador no se hiciera más grande. Los de Peñarroya se desangraban y el entrenador no encontraba el hilo para suturar. Strawberry y Cate volvían a castigar a los locales para terminar el primer cuarto con un doloroso 14-31 en el electrónico.
Sin Frankamp en la cancha, los burgaleses se intentaban acercar en el marcador, pero no había manera. Las pérdidas en ataque en el primer cuarto se transformaron en imprecisiones. Les salvaba que los murcianos no estaban tan acertados de cara al aro. Aun así, le crecían los enanos a Peñarroya con una antideportiva a Cook, el que parecía más enchufado en el Hereda San Pablo en esos momentos del encuentro. Esa falta volvió a desactivar a los locales, que repitieron los errores de los primeros diez minutos. Y todo esto sin Frankamp en la pista.
Volvió el estadounidense al campo con un + 23 para su equipo y pareció que no le sentó mal al Burgos, porque en un minuto recortaron siete puntos. Y así sucesivamente hasta dilapidar la ventaja del Murcia y, sobre todo, su optimismo. Qué manera de dar la vuelta a una situación. Con un parcial de 20-3, el Hereda empezaba a sembrar dudas en los de Sito Alonso, que no sabía cómo frenar a McFadden. Con el escolta 'on fire', el partido fue al descanso con una diferencia de seis puntos para los murcianos (37-43).
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Dos minutos tardaron los de Peñarroya en igualar el encuentro en la reanudación. Ya no le crecían tanto los enanos al Hereda San Pablo. El cansancio ya era historia y el parcial a favor de los locales se iba hasta los 31-3. Hasta un desaparecido Benite se unía la fiesta para empezar a despegar en el marcador. Pero la victoria no se iba a servir en bandeja. El Murcia, con el espíritu de Lima, no dejaba escapar al Burgos. Hasta tal punto que Frankamp y Strawberry volvían a poner a su equipo por delante al filo de los últimos diez minutos.
Eran momentos de intercambiar golpes y el Burgos volvió al ataque. Ya nadie, en los de Peñarroya, se acordaba del primer cuarto, porque volvieron a dar un pequeño arreón para mandar el encuentro al último cuarto con una ventaja de dos puntos (67-65). A todo esto, Frankamp se lesionaba.
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Con dos bases empezó el periodo final el San Pablo. Renfroe y Cook para dominar el tiempo del encuentro.Y esa fórmula no terminaba de dar sus frutos, ya que a falta de siete minutos el Murcia mandaba por tres. Hasta por cinco lo llegó a hacer. Pero el Hereda San Pablo desprende orgullo. Mucho orgullo. Como el que demostró Renfroe para cascarse un triple desde los ocho metros para dejar patente quién manda en el parqué burgalés. Al base se sumaba McFadden y entre los dos se encargaron de que el partido no se escapara.
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