Un mural de Villangómez en el que se evidencia este problema del medio rural con la conectividad. BC
Provincia de Burgos

Villangómez, vivir en un limbo de conectividad

El pueblo se queda fuera del plan por el que se instalará banda ancha en gran parte de las localidades cercanas. Desde hace unos meses la antena que proporciona cobertura móvil y 4G también da fallos. La alcaldesa y los vecinos evidencian que esto una «rémora» para la vida en el medio rural

Lunes, 4 de octubre 2021, 08:06

Cuando llamas a Villangómez debes armarte de paciencia. Si quieres hablar con alguien que se encuentre allí debes ser consciente de que la llamada se alargará debido a los cortes. En las llamadas de entre 10 y 15 minutos que BURGOSconecta mantuvo con la ... alcaldesa y algún vecino se produjeron, como mínimo tres cortes en la llamada. Pero además de que la llamada se cuelgue, hay veces que es imposible entender al interlocutor porque se oye la voz entrecortada.

Publicidad

Podríamos asumir esto como un problema del medio rural burgalés. Hay que ser consciente de que no es el único punto en el que ocurre. Podríamos asumirlo como un problema del medio rural burgalés si estuviéramos en una zona rural, lejos de un núcleo urbano, en plena naturaleza. Pero estamos en un pueblo de más de 200 habitantes, activo y a media hora de la capital burgalesa.

Además del problema de la cobertura móvil, los fallos de la antena de Vodafone también conllevan que se pierda la conexión 4G. Esto se debe a problemas en una antena que se alargan durante meses, pero confían en que se esté trabajando por solucionarlo.

Mala, cara y problemática conexión a Internet

En cambio, el problema de la mala, cara y problemática conexión a Internet parece más difícil de solucionar. Hace unos días, los vecinos de Villangómez conocieron lo que es el PEBANG, el Programa de Extensión de Banda Ancha de Nueva Generación. Con este plan se pretende instalar la banda ancha de muy alta velocidad en zonas rurales con el objetivo de reducir la brecha digital existente en nuestra provincia entre núcleos urbanos y rurales. La conexión a Internet puede ayudar mucho a las zonas rurales burgalesas y su ausencia lastra la vida en muchos pueblos.

Según el mapa en el que se instalará la infraestructura para gozar de banda ancha, Villangómez es una zona blanca. Esa zona que no dispone de cobertura de redes de banda ancha de nueva generación, ni previsiones para su dotación por algún operador en el plazo de tres años, en base a planes de inversión creíbles. Lo que lamentan los vecinos, como señala Marco Sánchez, es que «estén instalando la banda ancha a cuatro kilómetros y aquí no va a llegar. Nos preguntamos por qué se incluyen unos pueblos y otros no». Y así es, la banda ancha llegará hasta Montuenga, localidad situada a menos de cuatro kilómetros de Villangómez.

Publicidad

Noticia Relacionada

Aislados sin conexión a Internet

Mapa con los pueblos que sí contarán con banda ancha en verde y los que no, en rojo. La estrella indica dónde se sitúa Villangómez. MARCO SÁNCHEZ

Según ha calculado este vecino de Villangómez, a 20 kilómetros a la redonda de su pueblo hay unas 40 localidades, «unas 30 sí van a disfrutar de la banda ancha o ya la tienen y otros 10 no lo tenemos ni la tendremos». Añade Marco que «de estos somos el que tiene mayor población, mayor actividad, más negocios. No entendemos por qué este pueblo, con gente emprendedora, queda fuera». El PEBANG es un programa estatal pero es la operada encargada de la instalación de la infraestructura la que decide dónde se instala. «Se obvian las razones demográficas, económicas, culturales. La operadora solo tiene en cuenta lo mejor para ella», señala Marco.

La alcaldesa y también vecina Esther Díez explica que desde el Ayuntamiento también se ha indagado para entender «por qué nos quedamos en medio sin banda ancha. Nos explicaron que son las empresas de manera particular las que se encargan del despliegue. Hemos intentado movernos, pero no podemos hacer más como institución porque no estamos en ese plan por cuestión de logística de la propia operadora. Tarde o temprano, llegaremos, pero ahora estamos en un limbo de conectividad».

Publicidad

Ahora, los vecinos de Villangómez se conectan a Internet por vía satélite, pero es una conexión cara y justa. Otros tienen un rúter que funciona con tarjeta SIM, como Marcho, y otros se conectan a una antena de Wifinor instalada en el pueblo.

Condicionantes diarios

Pero las calidades no son óptimas y la alcaldesa lamenta que esto «condiciona la vida. Si ya de por sí tenemos que luchar más que en una ciudad para conseguir la misma calidad y servicios, esto es una rémora, nos resta. Sentimos impotencia». Resalta también Esther Díez que, «aquí hay mucha gente joven, jóvenes que han apostado por quedarse y tenemos que apostar por ellos. Esto nos lastra».

Publicidad

Pero no solo eso, aunque en este pueblo el sector primario sea el principal sustento de las economías familiares, este cada vez está más informatizado. «Para las empresas, las granjas, los agricultores, estudiantes, teletrabajo. Es fundamental una buena conexión a Internet. Es imprescindible para los trámites administrativos, para el funcionamiento del consultorio médico, las recetas electrónicas», enumera la alcaldesa. Todo eso que, en otros puntos son acciones cotidianas en Villangómez están condicionadas.

Fragmento ampliado de un mural de Villangómez en el que se manifiesta el problema de la desconexión en el medio rural. BC

Refugiado tecnológico

«Hay gente joven que nos queremos quedar, que queremos heredar las explotaciones de los padres, que queremos ser jóvenes agricultores, pero con esta situación...», reflexiona Marco Sánchez. Este joven vecino es un ejemplo de cómo la conectividad afecta a la vida cotidiana, «me dispongo a hacer un máster 'online' y ahora mismo estoy en la tesitura de pasar a ser un refugiado tecnológico. De tener que irme a Burgos, sin quererlo, porque no puedo comprometerme a estar en una videoconferencia o exposición de un trabajo y que el wifi se me caiga. Duele pensar que de un día al otro el 90 por ciento de nuestros vecinos tendrán conectividad óptima y nosotros no», cuenta.

Publicidad

Doble problemática

Al problema de la conexión a Internet se suma desde hace unos meses el problema con la cobertura móvil. Villangómez cuenta con un doble problema, el de la cobertura y el de haberse quedado fuera de la instalación de banda ancha.

El problema de la cobertura móvil afecta también a la vida cotidiana, la petición de cita previa para acudir al consultorio médico, por ejemplo, «es una odisea si se te corta cada poco tiempo la llamada», explican. Pero la expedición de recetes con mala conexión a Internet tampoco es fácil.

Noticia Patrocinada

Un ejemplo de estos perjuicios es que en este pueblo hay varias granjas avícolas. Estas explotaciones tienen una alarma que avisa al ganadero cuando hay un problema en la instalación como una subida de temperatura, un falo en la ventilación. Esta alarma funciona con una tarjeta SIM, «en estas condiciones no sabemos si la alarma nos va avisar o no. Si hay un fallo se podrían producir grandes pérdidas», cuenta Marco.

«El problema está en que llevamos un verano terrible y no tenemos a alguien al que acudir directamente cuando hay estos fallos en la antena. Es bastante desesperante. Podemos hacer presión y ruido por redes sociales y medios de comunicación porque desde el Ayuntamiento hemos intentado contactar por diferentes vías, como la Diputación, las operadoras, pero los tiempos son muy largos», lamenta la alcaldesa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad