El verano está siendo duro. Siempre lo es. Los profesionales de Atención Primaria están redoblando esfuerzos, cubriendo a compañeros de vacaciones, compatibilizando las guardias con la atención diaria y asumiendo, como mejor pueden, el incremento de la población en nuestros pueblos, que se llenan de ... veraneantes. Sin embargo, ese sobresfuerzo no evita los cierres puntuales de consultorios, los cambios de día de consulta o la reorganización de la atención sanitaria, que se están sufriendo, un verano más, en la provincia.
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La incorporación de una treintena de médicos de familia en los últimos meses ha servido para paliar el déficit de personal en Atención Primaria pero se trata todavía de un número insuficiente para cubrir todas las necesidades, sobre todo las del medio rural. Además, esa escasez de sanitarios impide que se cuente con personal para sustituciones, así que las bajas, vacaciones y libranzas se cubren entre los propios profesionales médicos.
En la zona de Las Merindades, por ejemplo, se están produciendo cierres puntuales de consultorios periféricos. Celina Pereda, portavoz de la Plataforma por la Sanidad Pública de Las Merindades, afirma que la situación «ha empeorado; lo que no mejora, empeora», insiste, pues desde julio se ha empezado con ese cierre intermitente de consultorios, consecuencia de una falta de planificación por parte de Sanidad, que ha dejado la provincia sin médicos de familia.
«Falta una buena política de organización territorial y definir cómo se va a dar respuesta a las necesidades del medio rural», reitera, pues «no vale decir que no hay médicos». En Las Merindades, consultorios como los de Castrobarto, Villasante o Nofuentes han sufrido cierres, y la atención primaria se ha tenido que reorganizar pero «sin dejar de prestar asistencia a ningún usuario».
Los servicios de urgencias de Atención Primaria son uno de los caballos de batalla de la Gerencia. Su prioridad ha sido, desde un principio, cubrir las plazas de los centros de salud, garantizando que los usuarios cuenten siempre con su médico y su enfermero de cabecera. Una política que, a medio plazo, supone un menor uso de las urgencias de Atención Primaria.
Y, de ahí, conformar equipos exclusivos para atender los puntos de atención continuada (PAC) de San Agustín y Gamonal. El primer objetivo lo tienen ya cumplido, con una cobertura total de las plantillas en los centros de salud, afirma Pilar Sanmartín, pero les está costando un poco más la conformación des esos equipos, aunque «es cuestión de tiempo», comenta la directora médico.
Por ese motivo, la Gerencia de Atención Primaria ha tomado la decisión de «fortalecer» el PAC de San Agustín con un equipo completo, con dos médicos y un refuerzo, y dejar el servicio de Gamonal con enfermería, pero «con línea directa con San Agustín». Así se garantiza la prestación de un servicio de calidad, mientras se encuentran otras soluciones.
Se trata de una decisión «inteligente», en opinión del médico José Antonio Ayllón, quien sufre en primera persona como el resto de sus compañeros el déficit de facultativos. Para agosto, el calendario quedaba con 26 huecos sin cubrir entre ambos PAC, pues solo los médicos de menos de 55 años están obligados a cumplir con las urgencias y los servicios voluntarios no se dan.
«No me parece mal la decisión y espero que los ciudadanos lo comprendan», afirma Ayllón, quien valora que se refuercen los centros de salud pues, efectivamente, ello permitirá que la gente acuda a los servicios de urgencia cuando realmente es necesario. «No siempre se requiere de una atención inmediata», afirma, pero si fallan los médicos de familia es más habitual que el paciente acabe acudiendo a las urgencias.
La medida se probará este mes de agosto y se irá viendo cómo funciona, comenta Pilar Sanmartín, quien recuerda que Enfermería se ha implicado también en la resolución de los problemas en Atención Primaria y, en este caso, los profesionales «están perfectamente capacitados» para atender el PAC de Gamonal.
Así lo asegura Pilar Sanmartín, la directora médica de la Gerencia de Atención Primaria, quien insiste en que «no se ha dejado desatendido» a ningún paciente, si bien es cierto que se han tenido que centralizar consultas y los médicos han hecho esfuerzos especiales. Por ejemplo, en Espinosa de los Monteros han estado con tres médicos de baja y sin sustitutos, aunque ahora ya se han reincorporado dos.
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En Valle de Tobalina también se acaba de incoporar un facultativo y en Villarcayo se han reforzado las guardias, con más personal, aunque todavía hay problemas. De hecho, se espera que tras el verano se incorpore un nuevo médico, pues entre septiembre y octubre se continuará con las contrataciones y, al menos, ya cuentan con cinco facultativos interesados, que se irán distribuyendo por la provincia.
La situación es «estable», dentro del déficit de personal, reconoce Sanmartín, quien admite que el verano está siendo duro pero menos que en otras ocasiones, pues se ha conseguido paliar la escasez de médicos. De hecho, en Quintanar de la Sierra o Melgar de Fernamental, que en años anteriores han tenido problemas de merma de atención primaria, en estos momentos no se han registrado incidentes.
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En Pradoluengo continúan reclamando la cobertura de una plaza de médico, pues cuentan con dos faculativos para 14 pueblos y dos residencias para mayores, y esa limitación se nota más ahora que se puede multiplicar hasta por dos la población en la zona, explica Antonio Arauzo, el alcalde del municipio. Y en Roa también siguen pidendo más efectivos, si bien Pilar Sanmartín recuerda que la nueva Gerencia ha conseguido incrementar de 5 a 9 el número de médicos, y que la décima plaza vacante se tratará de cubrir tras el verano.
Aquí, en la zona de Roa se han sufrido también reorganizaciones y cambios de día de consulta o redución de los mismos, sin embargo, Pilar Sanmartín insiste en que son situaciones puntuales. La Gerencia de Atención Primaria se ha marcado como prioridad la cobertura de la Atencfión Primaria y en Burgos y Aranda los centros de salud tienen todas las plazas cubiertas, mientras que en Miranda Oeste el profesional que falta se incorporará el próximo día 22.
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En la provincia es donde tienen mayores problemas. Las plazas vacantes por jubilación ya se han cubierto, pero las bajas o las vacaciones no se pueden cubrir pues «no hay médicos», de ahí que se opte por la reorganización de los servicios pero «atendiendo a todos los pacientes». Pilar Sanmartín confía en seguir atrayendo a profesionales para completar las plantillas, si bien desde la Plataforma por la Sanidad Pública de Las Merindades insisten en que, junto a ello, se requiere de mayor inversión.
Con buenas intenciones no se hace nada, afirma Celina Pereda, quien no confiará en un verdadero cambio en la política sanitaria de la Junta de Castilla y León hasta que no vea incrementar un 30%, como mínimo, el presupuesto de Sanidad. La situación que se vive ahora en Burgos es fruto de la mala planificación de la Junta, insiste, que ha dejado la provincia sin médicos, tanto en Atención Primaria como en las especialidades hospitalarias.
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De hecho, en el Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero continúan con problemas de falta de personal. En Ginecología solo hay 4 de los 7 facultativos, uno de los tres en Oncología y las ecografías se hacen en Burgos. Además, el servicio de urgencias de Atención Primaria se presta con profesionales llegados de Valladolid.
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