Las últimas lluvias dejan los pantanos del Arlanzón a rebosar

En este sentido, el antiguo pantano del Arlanzón está literalmente a rebosar, con 22,37 hectómetros cúbicos de agua embalsada (la capacidad máxima es de 22,4). Hace justo un año por estas fechas, el pantano acumulaba 18 hectómetros cúbicos, mientras que la media de los últimos diez años es de 20 hectómetros.

Aún mejores registros presenta aguas abajo el pantano de Úzquiza, que está al 82,6% de su capacidad total. Allí se acumulan ahora mismo más de 61,3 hectómetros cúbicos, una cifra significativamente superior a la registrada hace un año (55 hectómetros) y a la media de la última década (52 hectómetros).

Esta situación supone una enorme garantía de abastecimiento de cara a los próximos meses, si bien, obliga a mantener una vigilancia permanente por parte de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que en las últimas semanas ha tenido que laminar parte del agua embalsada.

Así, el pantano del Arlanzón está 'soltando' desde hace varias semanas alrededor de 5 metros cúbicos de agua por segundo, mientras que en Úzquiza se están desaguando alrededor de 11 metros cúbicos por segundo, un valor muy superior a lo habitual.

De hecho, días atrás se procedió a una liberación extraordinaria de agua programada por la CHD en virtud de la normativa contemplada en el Plan Hidrológico del Duero para controlar caudales y mantener las condiciones físico-químicas del agua y del sedimento.

Radicalmente diferente es la estampa que presenta la otra gran cuenca hidrográfica de Burgos, como es la del Ebro. En este caso, y a pesar de las precipitaciones de las últimas semanas, el gran pantano de Arija, compartido con Cantabria, continúa en un nivel muy inferior al habitual, con apenas 201 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que supone poco más del 37% de su capacidad total.

Aunque el volumen de agua embalsada ha crecido a buen ritmo en los últimos quince días y el pantano registra ahora mismo datos similares a los que presentaba hace justo un año, la diferencia respecto a la media de la última década (392 hectómetros cúbicos, un 72,6% del total) es abismal.