Quema del Judas en Trespaderne el Domingo de Resurrección. BC

Trespaderne volverá a ver a Judas arder

Tras dos años de ausencia el Domingo de Resurrección volverá esta tradición del siglo XV

Ruth Rodero

Burgos

Lunes, 4 de abril 2022, 07:06

Numerosas son las tradiciones que se ciernen en la provincia durante la Semana Santa. Una de las más arraigadas es la 'Quema del Judas' que se celebra en Trespaderne. La tradición data del sigo XV y se celebra el Domingo de Resurrección. Es la tradición ... más antigua que se mantiene en la localidad y se lleva a cabo en la plaza Ricardo Nogal.

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Allí, durante la procesión de El Encuentro, tiene lugar la 'Quema del Judas'. Judas es un pelele que representa la figura de Judas, el delator de Jesús. Se trata de un muñeco fabricado con pajones de centeno con los que se rellenan ropas viejas hasta darle apariencia de figura humana. Además de los pajones, el Judas se rellena de petardos y tracas, que también se introducen en la bolsa que se le añade emulando así las treinta monedas fruto del pago percibido por la entrega de Jesús a los romanos.

Antes la preparación de este muñeco recaía en los mozos que se encargaban de las fiestas de San Vicente y Santa Águeda, en la actualidad la organización corresponde de manera alterna a la Asociación Cultural Tedeja y la peña recreativa Resaca. De esta manera, la mañana del Domingo de Resurrección se lleva el pelele hasta la Plaza Mayor y allí permanece tirado en el suelo hasta unos minutos antes de la llegada de la procesión.

La procesión sale entonces de la iglesia de San Vicente con las imágenes de la Virgen del Rosario, cubierta con un velo negro y portada por mujeres, y de Jesucristo Resucitado, que es llevado solo por hombres. Una vez en la calle ambas imágenes toman caminos diferentes hasta confluir en la Plaza Mayor para procesionar hasta la Plaza Ricardo Nogal.

Es en ese momento cuando la procesión se detiene y se procede a la 'Quema del Judas' al que, izado en un mástil, se le prende fuego ante la vista de vecinos. Judas arde y los petardos que aguardan en su interior explotan cuando los pasos entran en la plaza. Es en ese momento cuando a la Virgen del Rosario se le despoja del velo negro para cambiar el luto por la alegría de la resurrección de su hijo, simbolizado en el velo blanco que se le coloca en el lugar del velo retirado.

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Cuando el Judas queda reducido a cenizas, y solo entonces, la procesión reanuda su marcha para dar por concluida la quema del Judas y la procesión del Encuentro del Domingo de Resurrección.

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