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Las dos caras de una misma moneda en la N-1. Desde el 1 de diciembre de 2018, la AP-1, en el tramo que conecta Burgos con el País Vasco, empezó a ser gratuita. No había que rascarse el bolsillo para completar un trayecto ... que en la provincia es uno de los más demandados; no solo por ciudadanos que, por ejemplo, desempeñan sus funciones laborales en Medina o en las provincias vascas, también por transportistas al ser una vía que conecta Francia con Portugal.
Eso propiciaba, ante el hecho de pagar por circular por dos carriles, que muchos optasen por utilizar la N-1. Y con eso, todo lo demás: accidentes mortales y vida a muchos negocios de La Bureba hacia el norte.
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Pero todo eso, en gran medida, ha desaparecido en tres años. Lo bueno y lo malo. Desde esa fecha, la N-1 no ha registrado ningún accidente mortal en el tramo hasta Armiñón (Álava). Precisamente, hasta el 2000 había una media de seis fallecidos al año en esa carretera.
Desde entonces, la cifra de muertos ha sido una montaña rusa, como los 17 del 2001 o los nueve de 2003 y 2005. Únicamente en 2017 y 2007 hubo una víctima mortal. De esta forma en los últimos 44 años con la AP-1 de pago se han registrado 250 víctimas mortales en accidentes de tráfico.
Precisamente todo ese tráfico de la carretera nacional se ha trasvasado a la autovía. Se estima que entorno al 90% de los camiones que antes utilizaban la N-1 se han mudado a la AP-1 en busca de una mayor fluidez y eso ha propiciado también que, en los mismos porcentajes, desciendan los ingresos de establecimientos hosteleros y estaciones de servicio de la N-1.
Eso se puede apreciar en el camping Picón del Conde de Monasterio de Rodilla. En plena nacional, el establecimiento, que cuenta también con motel, supermercado y bar, ha visto cómo su negocio, ahora mismo, «se mantiene». «Lo que es simplemente en la hostelería ha mermado. Nosotros, en estas fechas navideñas, teníamos el bar lleno y ahora no hay prácticamente nadie. Los asiduos que viven por la zona. Otros dos bares del pueblo han tenido que cerrar», apuntan desde el otro lado de la barra.
A eso se les ha sumado la covid. La pandemia, como a todos los hosteleros, les ha pasado factura. «Encima, muchos transportistas, ante las restricciones, han empezado a traer su comida. Puedo decir que nueve de cada diez personas que paran es porque quieren utilizar el baño», recalca.
Ese desplome de su negocio se ha contrastado ligeramente con el verano. Este año, la ocupación de las parcelas ha aumentado entre junio y septiembre. La necesidad de hospedarse de paso o al aire libre ha sido un punto beneficioso, pero «ese colchón que generábamos en verano no sirve para aguantar todo el año». «Porque vivo aquí y si saco dos cafés, pues eso que me llevo. Además, ahora tenemos que luchar también contra la luz», continúa la propietaria del camping.
En la misma localidad, en Monasterio de Rodilla, la farmacia del municipio burgalés ha capeado con holgura la liberación de la AP-1. Es la otra cara de la moneda. «Seguimos teniendo prácticamente los mismos clientes. Me he amoldado y a mí, personalmente, me ha venido bien para moverme con comodidad por la zona. Hay menos tráfico y eso significa que hemos ganado en seguridad. Como madre, ahora llevo más tranquila a mis hijos al colegio», recalcan desde la farmacia.
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La historia de la N-1 y su vida concluye con el estado de las gasolineras. Son muchas las que han tenido que colgar la manguera. La última, que se encuentra en proceso de desmantelamiento, se encuentra entre Quintanapalla y Fresno de Rodilla.
Las señales en plena carretera aún advierten de la cercanía de una estación de servicio, pero es coger el carril de desaceleración y uno se encuentra con dos cintas que prohíben el paso. Allí, por temas de seguridad, se encuentra una persona. Es la encargada de velar que no pase nada hasta que se descontamine la zona y otro negocio muestre su cartel de cerrado.
Precisamente, el cierre de gasolineras en el medio rural, azotado también por la despoblación, se ha mostrado a cuentagotas. En una década, doce estaciones de servicio han cesado su actividad en la provincia.
Ahora, la N-1 augura buenas noticias para que un nuevo latido llegue a la nacional. Son los dos enlaces, con entrada y salida, con la AP-1. El Ministerio de Transición Ecológica ya ha dado el visto bueno medioambientalmente para que Monasterio de Rodilla y Zuñeda tengan, en breve, sus nuevas conexiones.
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