Un tramo de la N-629 en Burgos se encuentra entre los más peligrosos de la red estatal

Con estos datos hay poco lugar para el optimismo, pero algo hay. Y viene de la mano del informe RACE EuroRAP 2022, en el que se hace una evaluación de la red de carreteras del Estado desde la perspectiva de la siniestralidad vial. En concreto, se elabora un índice de riesgo, a partir del número de accidentes mortales y graves y la intensidad de tráfico de la vía.

Para ello, RACE cuenta con datos recogidos desde 1999, por lo que dispone de suficiente información para ver la evolución de la red estatal y, en concreto, de los tramos más problemáticos. Y, en este caso, Burgos ha mejorado su situación en el informe de 2022, pues ha pasado de tener varios tramos de vías nacionales entre los más peligrosos del país a contar con un único tramo.

Se trata del tramo entre los puntos kilométricos 23,1-33,7 de la N-629, que en el periodo analizado (2019-2021) registró 3 accidentes graves, con un muerto y dos fallecidos. Esto hace que su índice de riesgo sea alto, de 84,5 sobre 100. En Castilla y León se encuentran en la lista también dos tramos de la N-122, en Zamora y Soria, en esta última provincia, como riesgo muy alto.

Echando la vista atrás, en anteriores informes del RACE, Burgos contaba con dos y hasta cuatro tramos de carretera de la red estatal considerados peligrosos. En el documento de 2020 se incluían como tramos de alto nivel de riesgo la propia N-629 entre los kilómetros 23,1-33,7 y la N-120 entre los kilómetros 65,3-76,9, con índices de riesgo de 57,8 y 54,5.

Y en el informe de 2019 eran cuatro los tramos señalados. Además del que persiste en la N-629 se incluía otro tramo, entre los puntos kilométricos 33,7-48; también la N-627 entre los kilómetros 60,6-77 y la N-234 entre los kilómetros 408-436. A ello se suman los tramos de mayor siniestralidad con vehículos pesados implicados, entre los que estaban algunos de la A-1 y la N-I.