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Empezarán el 7 de diciembre y esperan que con ese parón se solvente un problema enquistado en 17 reuniones regionales y en las que prácticamente no ha habido avance alguno. La tensión entre los sindicatos y la patronal por el convenio colectivo de la mediana ... distribución en Castilla y León explotó esta semana con el anunció de la huelga para la jornada laboral entre los festivos de la Constitución y la Inmaculada Concepción.
En Burgos, esa decisión incluye a alrededor de 800 trabajadores de 30 supermercados, pues en este convenio solo están englobados Alimerka, Lupa, La Plaza de Dia, Froiz y Gadis (estos dos últimos sin establecimientos en la provincia).
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Precisamente, el primer día de huelga está fijado para el 7 de diciembre. De no llegar a un acuerdo, las paralizaciones se extenderían a fechas navideñas en las jornadas del 23, 24, 30 y 31 de diciembre. «Esperemos no llegar a esos días, pero si no hay acuerdo, no nos quedará otra. Que no se preocupe el ciudadano, porque aunque se cierre esos días va a poder acudir los días previos», apunta Yolanda Zamorano, de UGT.
Han sido varias semanas de reuniones para «avanzar muy poco en la negociación», pues ambas posturas, la de la patronal y la de los sindicatos, poco o nada ha variado. Se empezó con la petición de una subida salarial del 3% para alcanzar los 1.200 euros brutos en 2025. Unas demandas que iban acompañadas de jornadas de libre disposición para bodas y bautizos, aumentar la lactancia a 23 días consecutivos, dos días semanales de descanso con al menos un sábado al mes, tres euros para los encargados en trasladar el dinero de la caja al banco, un plus de 40 euros al mes en concepto de disponibilidad para las personas que están pendientes de si suenan las alarmas...
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«Nos han dicho a todo que no desde el primer momento. Tan solo nos han ofrecido una subida de 1,5%, que es irrisoria porque acabaríamos en el sueldo interprofesional, y la ampliación a 18 horas al año para consultas médicas», inciden desde los sindicatos, que se sienten maltratados ante el sobreesfuerzo durante la pandemia.
Alegan que estas empresas han aumentado sus ingresos durante los estados de alarma y que los trabajadores han estado expuestos ante la covid-19. «Al principio no teníamos ni mascarillas. Hemos estado ahí durante la pandemia y ahora se olvidan de nosotros», señalan desde los sindicatos.
Precisamente, Burgos ya vivió una huelga similar hace dos años, con el comercio como protagonista. Se convocó una huelga para el 7 de diciembre y las negociaciones se alargaron prácticamente hasta los días previos a la Navidad. Situación que no se descarta para las medianas superficies, ya que se ponen como ejemplo lo que padeció el comercio en diciembre de 2019.
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