Una tormenta destroza un campamento en Cascajares de la Sierra

La jornada parecía de lo más apetecible. Piscina, juegos... pero a las 17.00 horas de la tarde se desencadenó una tormenta que acabó con la acampada. Los monitores (entre 12 y 15) no tenían ningún aviso por tormentas hasta las 21.00 cuando programaron las actividades del día. Cuando comenzó la tormenta, dos de las monitoras se encontraban en el pueblo cogiendo agua y recibieron el aviso de que dos tiendas habían salido volando. A su vuelta al campamento, se les cayó una rama de árbol encima del coche sin ocasionar daños físicos. «Estábamos muy asustadas», asegura la coordinadora de los campamentos, Lidia Martínez.

A la llegada al campamento ya se intuía la magnitud del desastre. Varios de los chavales más mayores tuvieron que unir fuerzas para sujetar la carpa. Según cuenta la coordinadora, «los monitores enseguida cogieron a los niños más pequeños y les pusieron a salvo». Los menores fueron llevados al ayuntamiento donde tienen habilitados unos locales para el campamento.

Entre tanto, la luvia, el granizo y una fuerte ventolera acompañaron a los monitores mientras recogían algunos de los objetos que pudieron salvarse de la «zona cero» del campamento. Posteriormente se trasladaron todos al ayuntamiento para seguir con las labores de evacuación.

Hasta el lugar se desplazaron efectivos de los bomberos, guardia civil y los servicios médicos quienes tuvieron que atender a una niña por un esguince en la mano. El resto de chavales se encuentran en buen estado y hacia las 22.00 de la noche estaban todos en Burgos gracias al apoyo de autobuses para su traslado a la capital. Además, varios psicólogos tuvieron que atender a los niños por ataques de nervios tras el susto.

Desde el grupo de Scouts agradecen enormemente la «ayuda proporcionada por el pueblo de Cascajares de la Sierra que se volcó con lo niños y nos ofrecieron toda la ayuda posible», señana Martínez.

El primer balance de deperfectos pasa por varias tiendas de campaña y un carpa que han quedado inservibles. Los responsables del grupo y los propios chavales de los Scouts han acudido por la mañana a recoger los restos del desastre que causó la tormenta de la tarde del martes. Al lugar se han desplazado también grupos de Scouts de Sayela, Antorcha y Arlanzón para prestarles ayuda.

Según explica la coordinadora, «la gente del pueblo nos ha prestado cuerdas para tender la ropa y secar todas las pertenencias de los chavales». Todo el material ya ha sido trasladado al local que tienen en Burgos aunque aún tienen que «volver a recoger los ultimos enseres personales», ha señalado la coordinadora.