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Las diez noticias imprescindibles de Burgos este miércoles 22 de enero
La Corporación vivió momentos tensos en octubre. GIT
Anuario Burgos: Terremoto municipal
Anuario Burgos

Terremoto municipal

Así fue el mes de octubre de 2021 en Burgos ·

Las dimisiones de los concejales Israel Hernando y Julio Rodríguez-Vigil pusieron en jaque la política local en Burgos

Sábado, 1 de enero 2022, 09:04

Que las aguas bajaban revueltas en el Ayuntamiento de Burgos se sabía desde hacía meses. El alcalde, Daniel de la Rosa, frenaba una crisis de gobierno en el verano, desposeyendo a Julio Rodríguez-Vigil de las competencias de Vías Públicas, que tantos quebraderos de cabeza ... parecían causarle. Mientras, Podemos se había convertido en un avispero, fruto de la lucha de poder constante entre Marga Arroyo e Israel Hernando, que nadie dudaba que acabaría con la ruptura del grupo municipal. El cuándo y el cómo eran las incógnitas.

Así, en la Corporación se vivía bajo una calma tensa, la misma que precede a la tormenta, que se acabó desatando con todos sus rayos y truenos en octubre. El primer envite llegó de la mano de Israel Hernando que, por sorpresa, anunciaba su dimisión. Dejaba el grupo municipal de Podemos, pero también la formación morada, de la que era portavoz local. Con él se iban otros tres miembros, Ana González Apéstegui, Héctor García y Víctor Ubierna, poniendo así fin a la batalla mantenida con Arroyo, y su grupo, y generando un cisma irreparable en Podemos.

Hernando denunciaba «caudillismo» en el seno de la formación, acusando directamente a Arroyo, pero también arremetía contra la dirección regional de Podemos y, en concreto, contra Pablo Fernández. De él criticaba su «inacción» y hablaba también de que había «abandonado» a los militantes, pues tras meses de espera, la Comisión de Garantías Democráticas no había resuelto aún la denuncia tramitada contra Arroyo.

Dos años después de haber recogido el acta de concejal, tras la renuncia de Raúl Salinero, Israel Hernando dejaba la política porque «no merece la pena». Se iba «orgulloso» del trabajo realizado, pero con pesar al sentir que Podemos no estaba contribuyendo al cambio de la ciudad. Una visión que no compartía Marga Arroyo, quién había defendido su posición de portavoz del grupo municipal, y lamentaba no haber conseguido «arrastra a Israel al trabajo colectivo».

La dimisión de Hernando llegaba de sorpresa pues, ante la dura contienda que mantenía con Arroyo, todos los ojos estaban puestos en la portavoz, que parecía que acabaría siendo expulsada de la formación. Se había pedido la apertura de un expediente disciplinario, que nunca llegó, y Arroyo estaba en minoría. Así se demostró cuando, a la hora de localizar el remplazo a Hernando, la lista de Podemos tuvo que correr hasta el puesto número 13 (ocupado por Ignacio Palma), pues los anteriores estaban vinculados a Hernando o, simplemente, rechazaban entrar en el pleno municipal.

Bomba de relojería

Crisis de gobierno

Una semana más tarde, en el Ayuntamiento de Burgos volvía a haber terremoto político. El concejal de Ciudadanos Julio Rodríguez-Vigil anunciaba su dimisión como edil de Licencias, única área municipal que todavía controlaba. Abandonaba, al igual que Hernando, su formación política. Sin embargo, en su caso no devolvía el acta de concejal. Rodríguez-Vigil decidía quedarse como concejal no adscrito para, según sus palabras, seguir representando desde la oposición a los votantes que confiaron en Ciudadanos y que, ahora, «no se sentían representados por el partido».

En este caso, la dimisión no era tan sorprendente. De la Rosa frenaba en verano la crisis de gobierno, después de que Rodríguez-Vigil se quejara de no contar con el apoyo del equipo municipal y amagara con dimitir, pero no conseguía desactivar la bomba de relojería en la que se había convertido el concejal de Cs. Una denuncia de un posible trato de favor a un hostelero de la ciudad, que acabó en manos de la Fiscalía, aceleró una destitución, camuflada de dimisión, y que se quiso presentar inicialmente como la consecuencia de una «pérdida de confianza».

Rodríguez-Vigil anunciaba que se iba, pero, para asombro de PSOE y Cs, se mantenía como concejal no adscrito. No era así como lo habían previsto Daniel de la Rosa y Vicente Marañón cuando, un día antes, le habían anunciado que tenían preparado su cese pero que le ofrecían una salida «digna». Es decir, la disyuntiva que se planteó fue un 'te vas o te echamos', pero nadie contempló el 'te vas a medias' por el que optó el edil.

A partir de ahí, poco tardó en saberse que la gota que había colmado el vaso de la paciencia de De la Rosa y Marañón había sido la denuncia que había hecho llegar una funcionaria ante un presunto trato de favor a un hostelero. Y mucho menos en iniciarse una investigación, con comparecencia de los técnicos de Licencias y del propio Rodríguez-Vigil, que acababa con un escrito remitido a la Fiscalía, con acusaciones de delito de prevaricación por omisión, al retrasar la tramitación de un expediente sancionador de la Junta contra un establecimiento hostelero.

Con la marcha de Rodríguez-Vigil, el que fuera su compañero Miguel Balbás asumía sus competencias de Licencias, como había asumido meses atrás las de Vías Públicas. El equipo de Gobierno se quedaba con un concejal menos, pero mantenía la mayoría. La oposición ganaba un activo, pero sin alterar las proporciones, y Rodríguez-Vigil se enfrentaba a una campaña de acoso y derribo por parte de Cs para que devolviera el acta.

Adiós a los vuelos a Barcelona

El aeropuerto de Burgos se queda sin ruta comercial

La sociedad de Promoción Promueve Burgos acordó en octubre no prorrogar el contrato con Air Nostrum para subvencionar, con 1,2 millones anuales, los vuelos de la ruta a Barcelona. La decisión, tomada después de negociar sin éxito con la compañía aérea un cambio en la programación de vuelos para mejorar su frecuencia y exigir mayor conexiones, suponía dejar sin vuelos comerciales el aeropuerto de Burgos a partir del 18 de diciembre.

Así, tres años después de retomarse la actividad, esta quedaba frenada hasta nuevo aviso.

Campaña de la gripe

La vacunación de la gripe se sumaba a la campaña covid

A finales de mes, Sanidad arrancaba en Burgos la campaña de la gripe, con el objetivo de llegar a unos 100.000 burgaleses, concentrados entre los mayores de 60 años y los grupos de riesgo (enfermos crónicos, patologías de riesgo, embarazadas o profesionales sanitarios y sociosanitarios). La campaña llegaba con algunas novedades, como la autocita para los usuarios, y se presentaba complicada al coincidir con la tercera dosis de la covid-19, que se estaba poniendo ya a los grupos de mayor edad tras arrancar en septiembre con los usuarios de residencias de mayores.

Al ser voluntaria toda la vacunación, Atención Primaria diseñó una estrategia que permitía a los burgaleses elegir entre ponerse solo la vacuna de la gripe, solo la tercera dosis de la covid-19 o ambas y, en función de la decisión, se establecieron diferentes puntos de vacunación. Pese a las dificultades, en solo una semana, Primaria fue capaz de vacunar a todos los mayores de centros residencias, iniciando en noviembre la vacunación de la población general.

Muere el padre de Atapuerca

El paleontólogo identificó el potencial del yacimiento

En octubre, el proyecto Atapuerca sufría un duro revés con la muerte de Emiliano Aguirre, considerado el padre de los yacimientos burgaleses. Aguirre, que fallecía a los 96 años, fue el primer paleontólogo en descifrar la importancia del enclave arqueológico. Lo empezó a estudiar en 1976 y en él que estuvo trabajando durante toda su carrera profesional. Fue distinguido con el Premio Príncipe de Asturias a la Investigación Científica y Técnica en 1997 junto con todo el equipo de Atapuerca. Hoy en día, los yacimientos de Atapuerca son un referente internacional en el estudio de la evolución humana, con hallazgos únicos y una gran proyección de futuro.

Caballitos protegidos

El patrimonio industrial de La Lora, camino del BIC

Sargentes de la Lora, tras años de lucha, conseguía ver cómo el conjunto industrial que dio origen al campo petrolífero de La Lora conseguía por fin una protección por su valor patrimonial. La Junta de Castilla y León inició el expediente para la declaración de los campos petrolíferos como Bien de Interés Cultural (BIC), lo que suponía proteger de facto los míticos caballitos y todo el material industrial. Una buena noticia que llegaba poco después de que ese mismo patrimonio hubiera quedado expuesto y en riesgo de pérdida total.

En septiembre, la empresa destrozó seis de los 18 caballitos, actuando de manera unilateral y saltándose todas las normas. Su protección estaba bajo estudio, el Gobierno todavía tenía que resolver un recurso del Ayuntamiento de Sargentes de la Lora y toda intervención debía comunicarse con antelación. Sin embargo, nada de eso frenó a la empresa, que metió las máquinas y en tres horas destruyó los seis caballitos. La intervención del Ayuntamiento, que acudió a la Guardia Civil, paralizó las obras. Días después, la Junta iniciaba el proceso para proteger el bien industrial.

Los libros salen a la calle

La Feria del Libro retoma su cita con los lectores tras el parón de la pandemia

Ni en mayo de 2020, ni en noviembre de 2020 ni en mayo de 2020. Las sucesivas olas de la pandemia de la covid-19 impidieron a los libreros de Burgos celebrar la tradicional Feria del Libro, una fiesta que se había ido paliando con pequeñas dosis de actividades en el interior de las librerías y salidas controladas.

Sin embargo, el avance de la vacunación y la mejora de la situación epidemiológica permitió celebrar, por fin, una feria en la calle. Fue en octubre, con diez días de actividades, presentaciones, firmas de libros y, sobre todo, casetas con las últimas novedades literarias.

A Burgos llegaron autores como Julia Navarro, Christian Gálvez, Blue Jeans, Lorenzo Silva, María Oruña o Mikel Santiago, que pudieron hablar con los lectores y firmar ejemplares de sus obras.

La cita fue todo un éxito de público y también de ventas. Los libreros cerraron la edición con un 11% más de ventas que en 2019, antes de la pandemia. Además, descubrieron las bondades de la Plaza Mayor, ubicación provisional de la feria, que se estudiará para futuras ediciones. Y es que la Feria del Libro volverá al Paseo del Espolón en 2022 pero explorará otras localizaciones.

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