La superficie forestal quemada en Burgos en lo que va de 2022 triplica la media anual de la última década

La superficie forestal que se ha quemado en lo que va de año en la provincia de Burgos (con datos hasta el 31 de julio de 2022) es de 2.281 hectáreas. Esta cifra casi duplica ya la del año más desfavorable del último decenio, fue 2015 con un total de 1.239,74 hectáreas quemadas. Además, esta cifra, las 2.281 hectáreas forestales que ya se han quemado, triplica la media del último decenio que está en 683 hectáreas anuales de media.

Lo que los datos aportados por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos arrojan es que, aunque la media anual de incendios ya se superó a fecha del 31 de julio de 2022, esta tampoco será tan elevada. Eso sí, los incendios son más virulentos, ya que la superficie forestal quemada es mucho mayor a la media. También hay que destacar que gran parte de estas hectáreas abrasadas corresponden a ese incendio de Quintanilla del Coco.

Como confirma el jefe de la Sección de Defensa del Medio Natural, «el análisis estadístico de los incendios forestales ocurridos en los últimos 10 años, incluyendo en 2022 solo los ocurridos hasta el 31 de julio, arroja en una primera lectura que el número total de incendios ocurridos probablemente no se alejará mucho de la media de los últimos 10 años», explica José Ignacio Pardo.

Hasta el 31 de julio la provincia de Burgos ha sufrido 42 incendios (más de una hectárea quemada) y 83 conatos (menos de una hectárea quemada). La media de los últimos diez años está en 37,40 incendios anuales y 96,20 conatos anuales, por lo que actualmente, los incendios ya han superado la media anual, pero no así los conatos. En total, hasta ese 31 de julio, Burgos ha sufrido 125 incendios y conatos, por debajo de la media anual de los últimos diez años que es de 133,6.

Pardo resalta que se mantiene, de momento, el porcentaje de incendios que se quedan en conatos en una cifra similar a la de años anterioes (67 por ciento hasta ahora frente a una media del 71 por ciento), «lo que es un indicador de la eficacia del operativo de lucha contra incendios forestales».

Sin embargo, las sucesivas y continuas olas de calor que ha sufrido España y la provincia de Burgos este verano, que comenzaron ya a finales del mes de mayo, propiciaron unas condiciones meteorológicas y un estado de la vegetación favorables para la propagación del fuego forestal.

Esto ha supuesto que, aunque el número de incendios no se haya disparado, sí lo ha hecho la superficie quemada. Hasta el 31 de julio se han quemado en la provincia 2.281 hectáreas forestales. El peor año del último decenio fue 2015 con 1.239,74 hectáreas forestales abrasadas. La media del decenio es de 683 hectáreas quemadas por año, el 2022 ya triplica esa cifra.

En este punto, Pardo matiza que, a este respecto, «también a pesar de las especialmente desfavorables condiciones en que se están desarrollando prácticamente todos los incendios este verano de 2022, casi la totalidad de la superficie forestal quemada en lo que va de año corresponde a un solo incendio, el que se declaró en la localidad de Quintanilla del Coco el día 24 de julio en el que ardieron 1.819 hectáreas de terreno forestal, de las cuales 1.757 eran arboladas», alcara el jefe de la Sección de Defensa del Medio Natural.

Dentro de la superficie forestal quemada (2.281,20 hectáreas) en la provincia de Burgos hasta el 31 de julio, hay que diferenciar entre las 353,17 hectáreas que son de matorral, las 94,16 hectáreas que son de pastos y las 1.833,87 hectáreas que son de superficie arbolada.

Estas 1.833,87 hectáreas arboladas quemadas en la provincia hasta el 31 de julio suponen el triple que las abrasadas en el peor año de la última década, fue 2014 con 529,94 hectáreas. La media de los últimos diez años se sitúa en 327,21 hectáreas anuales de superficie arbolada abrasadas. La cifra que la provincia presenta hasta ahora es 5,6 veces superior.