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Las quejas por la escasa lluvia durante el año pasado se han convertido en lamentos por el excesivo agua en este. Las precipitaciones de primavera llenaron los embalses de la provincia, pero el líquido elemento siguió haciendo acto de presencia en la capital y ha ... protagonizado la primera parte del verano.
En los primeros quince días del mes, el pluviómetro del Aeropuerto de Villafría, que es el que utiliza la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha recogido 44,6 litros, prácticamente el doble que el valor normal de todo el mes de julio, que es de 23,3 litros. Para el organismo nacional, este dato se corresponde con la media del periodo entre 1981 y 2010.
Las precipitaciones más abundantes coincidieron con el final de los Sampedros para desgracia de los peñistas y los más fiesteros. No se prolongaron durante mucho tiempo, pero fueron bastante abundantes. La palma se la llevó el domingo 8, el Día del Burgalés Ausente y de las Peñas, puesto que cayeron 16 litros, aunque dos días antes, el viernes 6, la lluvia hizo acto de presencia con 12,6 litros.
Del tiempo analizado también sobresalen los 7,2 litros del sábado 7. En total, llovió durante siete de los quince días, aunque el resto de cifras son mucho más modestas. Como curiosidad, explicar que en el primer y el último día estudiado, el 1 y el 15, el agua recogida fue la misma: 1,8 litros.
Las diferencias respecto a 2017 son abismales. En el pasado mes de julio se anotaron únicamente 6,4 litros, casi siete veces menos que este año en la mitad de días. Es decir, el pluviómetro ha pasado de coger polvo a no parar de marcar datos. Pero este hecho también se ha producido en otros puntos de la provincia.
En Belorado, los datos reflejan que en la parte inicial del mes ha llovido más del triple de lo normal en 31 días. En concreto, han caído 94,1 litros, cuando la media entre 1981 y 2010 en la localidad beliforana es de 27,3 litros. El agua se ha repartido a lo largo de ocho días, pero el 79,49% del líquido se concentró, al igual que en Burgos, en el fin de semana del 6 al 8. La AEMET anotó 22,7 litros el viernes; 25 el sábado, y 27,1 el domingo.
En cambio, la abundancia de agua no ha sido tan pronunciada en Medina de Pomar, pero, como en los dos casos anteriores, las precipitaciones de la primera quincena de julio superan a lo marcado como normal en todo el periodo. El municipio de la comarca de Las Merindades ha vivido diez días con chubascos, sumando un total de 49,4 litros, 14,9 más de la media que toma como referencia la organización meteorológica española. Los días más lluviosos fueron el 14 y el 1, con 18,2 litros y 13,2 litros, respectivamente.
Por el contrario, el medidor colocado en Palacios de la Sierra no se ha estrenado en este mes. Desde la AEMET explicaron que registraron una incidencia relativa al funcionamiento de la estación meteorológica el 1 de julio, pero añadieron que podría ser factible que no hubiera llovido sobre este punto en la primera quincena, puesto que las precipitaciones han estado, en líneas generales, muy localizadas.
Por último, la institución cuenta con otro punto de toma de datos en Aranda de Duero, pero aún no ha cumplido 30 años, por lo que no hay información considerada como normal. Eso sí, todo parece indicar que en La Ribera hubo menos chubascos, ya que, del 1 al 15 de julio, solo han caído 13,6 litros por los 44,6 litros que se han registrado a orillas del Arlanzón.
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