Cuando se ha cumplido ya un tercio de verano, la Diputación de Burgos sólo ha tenido que servir agua en cisternas a dos pueblos de la provincia. Se trata de Manzanedillo, el el Valle de Manzanedo y a Grandival, en Condado de Treviño. A la ... primera de las localidades se le tuvo que suministrar, hace ya unas semanas, un camión; mientras que a Grandival se destinaron cuatro cisternas de agua potable.
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El jefe de servicio del área en la Diputación Provincial de Burgos, Jesús Manuel González, ha precisado que en las dos localidades, se han suministrado agua «por averías en la red», que impedían a la población beber agua del grifo o de las fuentes de las localidades. «De momento, no hemos suministrado por sequía», ha recordado.
Sin embargo, se prevé que el mes de agosto sea diferente y haya que «llevar más agua». La llegada de veraneantes a la provincia hace que se note de manera más acusada «la necesidad de agua y habrá más demanda». En total, Manzanedillo ha necesitado una cisterna de 15.000 litros; y Grandival, 60.000 litros, dadas las diferentes necesidades.
Con respecto al año pasado, que ya se empezó a llevar agua a los pueblos en el mes de junio, la demanda es menor. En 2022, en estas fechas, la Diputación de Burgos ya había realizado 24 servicios a los pueblos, solo en el mes de julio; y otros 15 en junio. González ha recordado la especial situación que vivieron los vecinos de Castrojeriz. A la localidad del oeste de la provincia se llevaron casi un millón de litros.
El año 2022 se sirvieron un total de 2.737 metros cúbicos de agua, o lo que es lo mismo, 2,7 millones de litros. Se atendieron las demandas de 62 pueblos. Unas cifras, sobre todo las de 2022, que pueden parecer muy grandes, pero lo cierto es que desde comienzos de siglo, los números han sido mucho mayores.
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Como ha recordado el que fuera diputado responsable del área, Ramiro Ibáñez, en todas sus comparecencias relacionadas con este tema, los pueblos que antes sufrían estas carencias, las han solventado con el paso del tiempo. Los servicios de agua desde la Diputación de Burgos han estado en muchas ocasiones propiciados por averías, fugas y mala calidad del agua, más que por la sequía.
Las inversiones realizadas a través de los diferentes planes provinciales han mejorado y remodelado todo el entramado de tuberías. Se cambiaron las viejas conducciones, con muchos problemas de fugas y de corrosión y con ello se ha evitado el problema del suministro con cisternas. Y es que en la mayor parte de los casos, lo pueblos acuden a la Diputación de Burgos a que se les sirva agua por averías en el suministro y `por la contaminación de los depósitos locales.
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El coste de este servicio de suministro de agua lo asumen los municipios y la propia Institución Provincial y dependiendo de las cantidades, el servicio cuesta 400 euros. La Junta de Castilla y León aporta, por medio de una subvención su ayuda, a repartir entre las nueve administraciones provinciales.
Todos estos suministros de agua potable en cisternas se ajustan al Programa de Vigilancia Sanitaria del Agua para el Consumo Humano de Castilla y León y a la normativa estatal que establece los criterios sanitarios de la calidad de las aguas.
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La Diputación Provincial de Burgos cuenta con una flota de vehículos para este tipo de actuaciones, tres son grandes, con capacidad para poco más de 15.000 litros y otro más pequeño, de once metros cúbicos.
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