Los dos amigos pescadores sujetan al pez a la orilla del emablse burgalés de Sobrón. BC

Un siluro de dos metros en el Sobrón: «Estuvimos casi una hora para sacarlo»

Dos pescadores burgaleses han pescado en el embalse de Sobrón, ubicado en la provincia de Burgos, a un ejemplar de casi dos metros. Los dos amigos libraron una batalla de una hora de trabajo conjunto para conseguir sacar el pez

Sábado, 24 de septiembre 2022, 14:03

La población del siluro en el Ebro, concretamente en el embalse burgalés de Sobrón, se ha consolidado. Lo tienen claro desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que en 2019 puso en marcha un plan de control para poner freno a los efectos perjudiciales ... que esta especie invasora causa.

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El Sobrón en Burgos, el embalse de Los Rábanos y el azud de Almarail (ambos en Soria) son el epicentro fluvial con mayor presencia de este pez. Algún ejemplar puede superar los 2,6 metros de longitud y puede llegar a pesar más de 120 kilos.

Precisamente aquí, en el embalse de Sobrón, es donde dos amigos de Salas de los Infantes y aficionados a la pesca han atrapado a un gran ejemplar de siluro. Rozaba casi los dos metros de longitud y los 80 kilos de peso.

Adrián Fuente y Ángel Izquierdo consiguieron pescar, no sin dificultad, este siluro el pasado sábado 17 de septiembre. Adrián se encontraba en la orilla del embalse con las cañas y Ángel dentro del agua, con un pato de pesca. Adrián se dio cuenta de que algo había picado en una de las cañas que Ángel tenía echadas en la orilla y retuvo al pez hasta que su compañero llegó. «Cuando picó, Adrián notó que la picada era más fuerte, pero en cuanto lo enganchó se dio cuenta de que era un pez muy grande porque no podía frenarlo. Me decía que mediría metro y medio y mira, por lo menos llega a los dos metros», recuerda Ángel.

El pez alcanza casi los dos metros de longitud. BC

Trabajo arduo y conjunto

Con casi dos metros y 80 kilos de peso el trabajo para capturarlo fue conjunto, «lo más bonito es que lo sacamos entre los dos. Nos repartimos el trabajo, de lo contrario sería muy difícil, cansa mucho», explican.

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Y, además, el destino no les tenía preparada una captura fácil. El pez se enredó con las otras cañas que tenían echadas, «hubo problemas, se enganchó con las cañas en el fondo, me tuve que meter con el pato de pesca a por el pez a desengancharlo», recuerda Ángel, «estuvimos casi una hora para sacarlo».

Y eso que Ángel y Adrián iban preparados, «íbamos a intentar pescar siluros», reconocen. Sabían que en el Sobrón había siluros, habían leído noticias de ejemplares como de un metro, no creían que fueran a encontrar uno tan grande. Pero sí se habían equipado con buenas cañas e hilos de 80 kilos. Aún así, no llevaron guantes, «tiene como unas lijas en la boca», explican, y todavía siguen con arañazos en las manos. Recuerdo de una gesta.

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Tiempo detrás de un siluro

La hora que estuvieron para sacarlo fue de trabajo continuo y conjunto, «es un pez que tira mucho», añaden, «al principio, uno solo no podía con él. Luego, cuando está más cansado lo que hace es tumbarse en el fondo y, como pesa mucho, tienes que ir ganando hilo y levantando, ganar hilo y levantar. Pero es algo bonito», explica Ángel.

Reconocen que les hizo mucha ilusión encontrarse con un ejemplar tan grande. Aunque son aficionados a la pesca y dedican mucho tiempo a esta actividad, nunca habían atrapado nada de este tamaño. La perseverancia ha tenido sus frutos en esta ocasión.

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Este verano, en el mes de agosto, ya fueron al embalse de Mequinenza junto a un guía para intentar pescar siluros y allí no hubo suerte y eso que es uno de los puntos de España donde más peces de esta especie se han registrado. «Por nuestra cuenta también lo hemos intentado en otros puntos y, al final, no tan lejos de nuestro pueblo lo hemos conseguido», señalan. «Así que nos hizo mucha ilusión porque desde hace tiempo queríamos pescar algo así», reconocen.

El pez

Se atribuye al biólogo alemán Roland Lorkowsky la introducción del siluro en España. Este biólogo especializado en ecosistemas y peces de agua dulce dijo haber introducido en el río Segre y en el Ebro 32 alevines de siluro en 1947. Su intención era repoblar la zona de un embalse para remediar la pérdida de peces depredadores y el aumento de carpas.

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Y, actualmente, cada vez es más habitual su presencia en ríos y embalses de Castilla y León. El pez de agua dulce más grande de Europa va, poco a poco, colonizando los cauces. Y es que el siluro raramente tiene competidores. Es un pez que vive cómodo en aguas turbias y tranquilas y en el fondo. Le gustan los tramos bajos de los ríos y los grandes lagos o embalses. Es un depredador voraz y agresivo. Su alimentación va cambiando a lo largo de su crecimiento, pero come peces, cangrejos, ranas, roedores y aves acuáticas.

La reproducción es entre mayo y junio, aunque con temperaturas cálidas, como las que ha habido este año en la provincia, puede prolongarse hasta septiembre. Lo destacable es que las hembras ponen unos 30.000 huevos por cada kilo de peso y pueden vivir más de 15 años.

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Causa un gran impacto en los ecosistemas acuáticos como especie invasora. En el Sobrón afecta al barbo o a la madrilla.

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