El sello de calidad de la Morcilla de Burgos, a falta de una firma

Roberto Da Silva, de Embutidos Cardeña y uno de los grandes defensores de la IGP, ha confirmado que el texto definitivo para la certificación de las morcillas bajo el sello de calidad ya se ha remitido a la Junta de Castilla y León. Se acaba de aprobar por parte del consejo regulador y se ha remitido a la Consejería de Agricultura para que sea ratificado. «Solo está pendiente de firma y su publicación en el Bocyl», afirma De Silva, quien se muestra muy satisfecho por la noticia.

El empresario recuerda que ya había avisado de que la campaña de recogida de la cebolla horcal, que se inicia ahora, iba a ser la clave para arrancar con la IGP. Si se dejaba pasar la temporada sin marcar los requisitos y los procesos de certificación, se perdería una campaña entera, pues las morcillas no podrían salir al mercado bajo el distintivo de la IGP hasta después de la próxima temporada.

Ahora, si todo va según lo previsto, las morcillas que se elaboren con la cebolla horcal recogida este año ya podrán salir con el marchamo de calidad, que las distinguirá como Morcilla de Burgos. Y ninguna más fuera del consejo regulador podrá llevar el apelllido 'de Burgos', lo que supone un gran paso para el sector, con el fin de garantizar la calidad y la autenticidad del producto.

Da Silva ha comentado que, con el trámite de la Junta cumplido, se podrá trabajar en las contraetiquetas y, de ahí, solo quedaría el paso final de sacar el producto con el sello ya marcado. Las empresas que quieran producir bajo el paraguas de la IGP deberán pasar los controles de la Junta y marcar un número de unidades en función de la reserva de cebolla horcal realizada, que debera estar adecuadamente certificada.

El trámita de la Junta de Castilla y León es clave dentro del proceso, pero todavía quedan pasos que dar para poder ver en el mercado una Morcilla de Burgos con el sello de la IGP. Eso sí, Roberto Da Silva asegura que las primeras morcillas que salgan bajo el marchamo de calidad corresponderán a aquellas elaboradas con la campaña actual de cebolla horcal, la seña de identidad de la morcilla burgalesa.