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Los municipios de Quintanilla de la Mata, Zael, Peral de Arlanza y Trespaderne, que no encontraron candidatos en las elecciones municipales de mayo de este año, han celebrado hoy nuevos comicios. Las cosas no estaban fáciles en estas localidades, como en muchas pedanías de ... la provincia de Burgos que tuvieron muchas dificultades para tener personas dispuestas a dar ese servicio a la comunidad.
En Peral de Arlanza concurría una candidatura, la del PP con Ricardo de la Peña como número uno. En Quintanilla de la Mata, también una, la de Mónica Sanz del PSOE; y en Zael competían Maximiano Rebollares por el PP y Ana Isabel Angulo por el PSOE. En Trespaderne, solo el PSOE ha sido capaz de presentar una lista, la encabezada por Begoña Lavín.
En Quintanilla de la Mata y en Zael se constituyeron las mesas a tiempo. El colegio electoral esperaba a los vecinos que no tuvieron ocasión en mayo de votar en mayo. En Quintanilla la misa de 11.00 horas dio pie a una veintena de vecinos a acudir a las urnas tras la celebración religiosa. En la mesa que presidía Daniel estaban también Esteban y María del Carmen. La mañana estaba tranquila; sobre un censo de un centenar de electores, habían votado 24.
En esta localidad no se ha querido esperar a que ocurriera lo que pasó hace ahora medio año cuando sólo hubo una candidatura con una persona que ni siquiera era del pueblo. El PSOE retiró a tiempo la papeleta porque ni se le conocía al candidato ni se le quería.
Varios vecinos expresan su alegría porque «alguien de aquí puede ser alcalde». La realidad es que hubiera sido una ruina para ayuntamientos de un tamaño considerable como es el caso de Trespaderne depender una gestora que gobierne desde la Diputación, como ya ha ocurrido en Atapuerca durante seis años.
También en Zael una veintena de vecinos aprovechó la salida de la misa de 12.00 horas para acudir al Ayuntamiento a votar. Allí tres jóvenes presidían la mesa electoral e indicaban a los votantes el proceso del voto. Algunos tuvieron que volver a casa a por su identificación: «Sin el carnet no puede votar», le dijeron a una mujer y a su madre que salían acudían a las 13.00 horas a votar. «Luego, por la tarde volvemos que nos da un poco de pereza», argumentaba la mujer.
Era en Zael, precisamente, donde más bullicio había en sus calles y más expectación. La cantina servía cafés y aperitivos; jóvenes y mayores se reunían en sus mesas o en la barra del bar. Había tiempo de sobra para las votaciones. Y era en Zael donde había dos candidaturas; en los otros tres sólo una. Lo mismo que en Quintanilla, en Zael sobre las 13.00 horas había votado el 25% más o menos del censo que en este pueblo era de 113 votantes.
En esta localidad concurrían Ana Isabel Angulo, por el PSOE y Maximiano Rebollares por el PP. Este, hijo de otro que fuera alcalde de Zael durante muchos años y con su mismo nombre. El tiempo acompañó toda la mañana en la provincia.
El problema de la falta de candidatos afecta a las localidades más pequeñas. De los cuatro ayuntamientos afectados, el más grande es Trespaderne con más de 700 habitantes; Peral apenas supera los 170; Zael y Quintanilla de la Mata, apenas tienen 115 habitantes.
Si en ayuntamientos es difícil encontrar candidatos, en las juntas administrativas más aún. En esta ocasión han sido 15 las pedanías que elegían presidente de cada entidad local menor. En la jurisdicción de Briviesca, Penches; en la de Burgos, Castrecías, Trasahedo y Congosto; en la de Lerma, Ura, Revilla Cabriada y Montuenga; en la de Miranda de Ebro, Moriana, Franco y Villanueva Soportilla; y en la de Villarcayo, Villamor, Cornejo, Quintanablado, Santotís y Barcina del Barco.
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