Sargentes trata con la concesionaria la compra de los caballitos del campo de petróleo

Así lo señala Carlos Gallo, alcalde de Sargentes de la Lora, «tenemos la esperanza de poder conservar elementos del campo como algunos caballitos o el cargadero. Estamos en contacto continuo con la empresa que, en un principio, no lo ve mal. A ver si nos ayudan», confía Gallo.

El arquitecto municipal ha tenido contacto con la empresa y ya se les ha planteado la opción de compra. Una solución que el regidor ve «viable» y para la que tampoco descarta un micromecenazgo con el fin de obtener ayuda para comprar esta infraestructura del campo petrolífico. En caso de no adquirirse, iría a parar a la chatarra. «Sí hemos notado voluntad de colaborar por parte de la empresa, incluso con alguna cosa menor que querían donar. El impacto económico de mantener el recuerdo de este campo importante para Sargentes», añade el alcalde.

El Ayuntamiento, apoyado por gran parte de los vecinos, quiere mantener estos vestigios. En enero de este año se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado una resolución en la que se determina que no es necesario el sometimiento al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria del proyecto para el abandono de la concesión de explotación del campo. Esto acorta el proceso de desmantelamiento. Algo que el Ayuntamiento no desea.

Hace unos días el Consistorio mantuvo una reunión con el Ministerio para la Transición Ecológica, el Ministerio de Cultural, la Dirección General de hidrocarburos y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta. El objetivo del pueblo es claro, lograr mantener elementos del campo de petróleo pese al desmantelamiento.

En diciembre de 2018 ya se solicitó a la Junta de Castilla y León la declaración de Bien de Interés Cultural de este campo para la protección del patrimonio pero no se ha logrado un avance significativo en este punto. Gallo apunta que, ahora, «parece que la Junta ha recogido el guante», aunque es claro, «no podemos esperar a la declaración de BIC sin hacer más porque esta puede tardar entre tres o cuatro años». Por ello, la negociación con la empresa es la opción «más viable» para conseguir preservar ese patrimonio.

Porque, además, como apunta el regidor, «para que sea declarado BIC tiene que haber elementos del campo de petróleo, pretendemos preservar ese paisaje, no solo el suelo, y los elementos del campo son fundamentales». El suelo es propiedad de la concesión hasta que se desmantele el campo de petróleo pero al no haber actividad la concesión se considera extinguida.

El campo de Ayoluengo es el único yacimiento de petróleo económicamente explotable que ha sido descubierto hasta la fecha en la península Ibérica. El Ayuntamiento cuenta con 53 pozos marcados, con sus coordenadas y su profundidad. Datos que se quieren mantener en el terreno junto con algunos de los caballitos de extracción. Estas piezas son las más simbólicas y reconocibles del campo. En cuanto a los pozos, en la siguiente fase de desmantelamiento se taponarán.

Gallo confía en que esta vía, la negociación de la compra de los elementos a la empresa, dé resultado. Señala, además, que cuentan con apoyo de los vecinos, de la sociedad burgalesa y de muchas asociaciones que les dan no solo ánimos si no también asesoramiento para preservar este patrimonio industrial único en la provincia de Burgos y en España.