Las ruinas de Flaviagusta emergen en Poza de la Sal

Se han localizado restos de una zona comercial, una calle, un peristilo y una vivienda particular, con cocina, pasillo de distribución y un gran ático, explica Esperanza Martín, la arqueóloga que dirige la excavación. Empezaron a trabajar el 13 de septiembre y, tras tres semanas, han conseguido descubrir una superficie de más de 100 metros cuadrados, que era lo previsto en proyecto. Y todo gracias a los voluntarios.

La idea pasaba por abrir un espacio de 10x7 metros, escogido específicamente para poder sacar a la luz la secuencia de construcción de una de las zonas que más claramente se identificaba en las imágenes del georradar. Sin embargo, se ha acabado trabajando en una superficie de 18x8 metros, pues han tenido una respuesta extraordinaria del llamamiento a voluntarios en Poza de la Sal, algo nunca visto.

Llegan con «muchas ganas y energía», lo que unido a un gran equipo de profesionales, ha permitido demostrar el gran potencial del yacimiento, que llegaría a ocupar 10 hectáreas, como demuestran las imágenes del georradar. En ellas se puede ver una urbe romana con diferentes terrazas de ocupación, con calles intermedias, que la carretera actual (construida sobre la calzada romana principal) parte en dos.

Sin necesidad de excavar, se sabe dónde estarían ubicadas las termas, por ejemplo, ya que han quedado restos bien visibles de las piedras que las conformaban. También se sabe que hubo una necrópolis en los terrenos anexos a la parcela en la que ahora se trabaja (propiedad de un agricultor que ha permitido, sin poner ninguna pega, que se realice la excavación), pero se vació cuando se construyó la línea del ferrocarril Santander-Mediterráneo.

Esperanza Martín recuerda que el yacimiento tiene todavía mucho trabajo por delante (una vez se ha cerrado este sábado, con protección geotextil), pues lo ideal sería realizar excavaciones en otros puntos para ir confirmando la estructura y distribución de la urbe romana.De momento, con el trabajo en la zona excavada han confirmado la ocupación del asentamiento en el siglo I y II, aunque no han podido hallar mucha cultura material. Y, en superficie, el siglo IV, pues se han encontrado monedas de Constantino.

Sin embargo, estos restos no son los más antiguos localizados, apunta Martín. Las arcillas basales tienen materiales de la Edad del Bronce, «pero están arrasados porque los romanos eran muy sistemáticos». Lo que sí se han podido recuperar son platos con decoración muy típica de ese periodo histórico, «que no ofrecen ninguna duda», insiste la arqueológa.

Por lo que se refiere a la propia estructura romana, el peristilo es de gran tamaño y en el atrio se han localizado muchas muestras de pintura mural figurativa, con más de diez tipos de colores, cuya extracción es «muy delicada». Y es que están trabajando en un espacio repleto de materiales como consecuencia del colpaso de la habitación, y es lo que más esfuerzo les está exigiendo.

Todo el material que se ha ido recuperando estas tres semanas se ha llevado al laboratorio que han improvisado en el Centro de Interpretación de las Salinas, cedido por el Ayuntamiento de Poza de la Sal. Esperanza Martín destaca el compromiso del Consistorio, que desde un primer momento se ha comprometido con un proyecto destinado a dar luz al pasado histórico del municipio.

En el laboratorio trabajan Lucía, la restauradora, y Sara, la auxiliar de restauración (que junto con los arquélogos Aguilera y Orlando, completan el equipo de campo que dirige Martín). Los materiales se catalogan, con registro, limpieza y forografía. También están trabajando con otros restos cedidos por vecinos y, en los casos necesarios, unos u otros se estudiarán en mayor profundidad.

Mientras, el ingeniero Zoilo Perrino es el encargado de la fotografía 3D, para crear una copia digital de las piezas, que permita no solo una mejor catalogación, sino disponer de un material para su estudio o la generación de réplicas. Es más, Perrino recuerda que, en algunos casos, si la pieza original se deteriora, la única que queda de referencia es la imagen en 3D, de ahí que sea un proyecto con valor científico.