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El hotel restaurante Villarreal de Palacios de la Sierra se ha despertado con una sensación agridulce esta mañana. Aprovechando la noche, alguien ha forzado la puerta del establecimiento, ha accedido a este y ha robado el dinero que había en la caja registradora y también ... han sustraído el efectivo de una de las tragaperras que hay en el bar. Además, han destrozado esta máquina en el exterior del lugar, como confirma la propietaria del mismo, seguramente para, de esta forma, hacerse con el botín.
El importe económico sustraído «no ha sido elevado si tenemos en cuenta lo que podrían habernos hecho. Tenemos dos tragaperras y solo han reventado una y tampoco se han llevado nada de la máquina de tabaco ni otras cosas de valor», apuntaba la propietaria. Los ladrones, o ladrón, se han llevado unos 1.000 euros y no han ocasionado grandes daños al local. Así, afortunadamente, los gerentes no han tenido que cerrar en el día de hoy y han podido seguir prestando el servicio.
La propietaria señala que esta es la primera vez que, estando ella como administradora, entran a robar en el local pero sí es consciente de que, anteriormente, habían asaltado el establecimiento.
Tras la pertinente investigación por parte de la Guardia Civil en el lugar, desde este hotel y restaurante de Palacios de la Sierra, apuntan que los pueblos vecinos también han sufrido robos, «nos han comentado que en Quintanar de la Sierra, Covaleda y Vinuesa también han entrado a robar».
La cafetería Sanza de Quintanar de la Sierra es otro de los establecimientos que ha amanecido con malas noticias en el día de hoy en la comarca pinariega. Al igual que en Palacios de la Sierra, aquí los ladrones han entrado forzando la puerta.
Una vez dentro han sustraído el dinero de la caja registradora pero, al menos, tampoco han causado grandes daños materiales. La dueña del local explica que hoy también ha podido prestar servicio y señala que «hemos abierto porque tampoco nos podemos permitir, además, perder el día de hoy».
La cafetería Sanza de Quintanar se encuentra en el centro del pueblo y cercana a la carretera principal que atraviesa el municipio. Por ese motivo se cree que los ladrones tuvieron que actuar más rápido que en el pueblo vecino. El establecimiento cuenta con cámaras de seguridad y alarmas pero no han servido para disuadir a los ladrones.
Algunos vecinos de ambos pueblos burgaleses sospechan que se trata de los mismos cacos que, en anteriores ocasiones, han robado por la zona. Hace un tiempo el polígono industrial de Salas de los Infantes sufrió una oleada de robos.
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