Ejemplar de alondra ricotí. Fundación Alondra Ricotí

El vino burgalés que busca salvar a las alondras ricotís en la provincia

La alondra ricotí es una especie en peligro de extinción | En Burgos se han contado 10 machos en el Páramo de Corcos | El vino Ricotí de la bodega ribereña Kirios de Adrada busca conseguir fondos para adquirir tierras y favorecer su hábitat

Domingo, 17 de noviembre 2019, 19:47

De sobra es conocido que el atún rojo o el tiburón blanco son dos especies en peligro de extinción pero no es tan sabido que la alondra ricotí también lo es. Este pequeño pájaro solo se puede ver en la provincia de Burgos en el ... Páramo de Corcos, donde la Fundación Alondra Ricotí ha contado 10 machos. Como señala Roberto Lozano, director de la Fundación Oxígeno, «los ornitólogos han señalado que antes se podía ver por un terreno más extenso como en el Páramo de Masa o por Caleruega».

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La población total de la especie es extraordinariamente baja en este momento pero, además, se encuentra muy fragmentada. La pérdida y alteración de su hábitat es la principal amenaza para la especie. Pero allí, en el burgalés Páramo de Corcos, se encuentra un hombre sensibilizado y concienciado con esta especie. Un hombre implicado con el medio ambiente y el entorno natural que lo rodea y que lleva 20 años fabricando vinos ecológicos en Adrada de Haza en una bodega familiar de la DO Ribera del Duero. Se trata de Jesús Lázaro y su bodega Kirios de Adrada.

Hace dos años se propuso hacer algo, dar un paso más para poder contribuir a que la alondra ricotí siga piando por el Páramo de Corcos y, por lo tanto, no desaparezca de la provincia burgalesa.

Dentro de los vinos que elaboraban creo uno, Kirios de Adrada Ricotí, este es el vino solidario con la alondra ricotí de esta bodega. Nació con la intención de contribuir a la recuperación y preservación de esta ave esteparia en peligro de extinción que solo habita en algunas parameras de España y de África. Un euro de la venta de este vino va destinado a restaurar y proteger el hábitat de la alondra ricotí. Además, tanto el cultivo del viñedo como la elaboración del vino se realiza con métodos ecológicos.

Botella del vino solidario Ricotí. Kirios de Adrada

Los beneficios solidarios se entregan a la Fundación Alondra Ricotí, detrás de la cual también está Lázaro junto a muchos otros compañeros, aficionados a las aves, biólogos y ornitólogos. Esta fundación lo que hace es recuperar el hábitat de este pájaro. Su objetivo es adquirir fincas en este páramo burgalés que pertenezcan a propietarios particulares y, además, otras 85,5 hectáreas de terreno en un periodo de cinco años.

Como ya se ha dicho, la principal amenaza de esta ave es la pérdida de su hábitat por causas humanas. Este ave necesita lugares con vegetación no muy alta, por lo que las tierras no tienen que estar cultivadas pero sí tiene que haber ganado en ellas para evitar que la vegetación crezca demasiado. Lo que ocurre ahora es que el ganado desciende y tierras que no eran para cultivo se roturan y pasan a serlo. El reto es adquirir estas fincas para que en unos años la dinámica natural del suelo configure el hábitat apropiado de la alondra ricotí. Si se consigue ampliar el hábitat de la especie se podrá lograr su conservación en el Páramo de Corcos.

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A por la segunda añada

La primera línea de ricotí se elaboró con la uva de la añada de 2016 y ahora se elaborará la segunda con la de la añada de 2018, ya que la añada de 2017 «fue realmente mala», explica Lázaro, quien añade que «el vino ahora mismo está agotado pero sí hemos ido dando pasos como, al menos, montar la fundación y ahora estamos inmersos en la compra de alguna tierra».

Lázaro ya estaba concienciado con el respeto y cuidado del espacio natural pero, además, cuando se percató de que los ornitólogos que pasaban por el Páramo de Corcos tenían tan pocas esperanzas con la preservación de esta especie «exigente en cuanto a su hábitat», se propuso hacer algo.

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Con su bodega y su vino solidario ha conseguido también unir intereses y actividades de ayuntamientos, investigadores y fundaciones. La UBU Verde ha organizado alguna actividad para que se conozca la problemática de esta ave y la bodega ha tenido protagonismo en ellas.

Detrás de la creación de la Fundación de la Alondra Ricotí no está solo Jesús Lázaro o la ayuda de la Fundación Oxígeno. Roberto Lozano, de esta última fundación, valora «enormemente» el trabajo del ornitólogo Carlos Palma que «nos ha guiado y animado. Es un burgalés que dedica tiempo y dinero para preservar la naturaleza».

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