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Carlos Velasco, como monitor de golf.
Un verano sin 'bolos' pero con ritmo de swing

Un verano sin 'bolos' pero con ritmo de swing

UN AGOSTO DIFERENTE ·

Carlos Velasco, técnico de sonido, ha visto como su agenda de espectáculos se ha quedado en blanco por la covid y se ha reinventado dando clases de golf

Sábado, 1 de agosto 2020, 18:59

La intensidad de trabajo protagonizaba sus veranos. Conciertos, espectáculos, fiestas, teatro, festivales… En algunas ocasiones incluso haciendo doblete o triplete de actuaciones, al frente de los mandos técnicos. Toda una ceremonia de montajes, pruebas de sonido, horas de sol, cultura y música. Ahora, de la ... vorágine habitual de los estíos ha pasado a una agenda que se ha quedado totalmente en blanco. Carlos Velasco, propietario de Carson Audio, empresa de iluminación y sonido de Aranda de Duero, ha visto como su actividad se ha frenado en seco debido a las suspensiones en cascada de todo tipo de eventos que ha provocado la crisis sanitaria de la covid-19. La nueva normalidad ha tocado de lleno al sector, además en la época más fuerte del año. Y es que el periodo entre junio y septiembre supone, para muchos, casi el 50% de la facturación anual.

Este profesional del sonido, como la mayor parte de los trabajadores del sector de los espectáculos, observa expectante y con incertidumbre la evolución de la crisis sanitaria, pero con el pleno convencimiento de que serán prácticamente los últimos de la fila para incorporarse a la actividad. «Durante el verano teníamos alrededor de 50 actividades, en la comarca de la Ribera del Duero, pero también en algunos otros puntos. En estos momentos, en el calendario no hay absolutamente nada, todo se ha suspendido, tanto por parte de instituciones, como de empresas y asociaciones», explica Carlos.

Con Rozalén

En esta línea, recuerda que una de esas citas importantes que no podrá ser este año, se situará en la plaza del Trigo a mediados del mes de agosto. La ausencia de los conciertos diurnos de Sonorama Ribera será uno de los momentos para la nostalgia. Entre los miles de personas que disfrutan de las actuaciones de grupos como Viva Suecia, Izal o Sidonie en el escenario más especial del festival, irrumpe una pequeña carpa donde, en medio de la multitud, Carlos Velasco maneja los mandos de su mesa de sonido en las mañanas más intensas de la cita festivalera.

También en otras ocasiones, ha acompañado a artistas como Rozalén en algunas de sus giras. «Ahora es diferente. Es un parón que no te deja hacer nada en este ámbito. Anteriormente, cuando ha habido malos momentos, te movías a otro punto de España a hacer el montaje, te buscabas la vida para trabajar, pero es que ahora no lo puedes hacer», lamenta.

Carlos Velasco, sobre ests líneas con su equipo de música.

Viendo el panorama poco halagüeño, Velasco ha tirado de su afición para reinventarse. Afirma que era un asunto que tenía pendiente, pero que, hasta ahora, sus ocupaciones laborales no le habían permitido dar el paso. Desde hace años, es jugador profesional de golf y profesor y ha decidido ofrecer esta alternativa de ocio a través de cursillos de iniciación y de perfeccionamiento el campo de prácticas de La Calabaza en Aranda y también con visitas al campo de Lerma. «Antes no lo podía hacer, no me quedaba tiempo. Es una cosa que tengo ahí, me sigo formando y ahora he visto el momento», afirma. En este sentido, incide en que el golf es un deporte entretenido que sirve para toda la vida y que está teniendo su público. «Entre jubilados, jóvenes, personas que están en ERTE y aquellos que han decidido no irse de vacaciones porque no les apetece en esta situación, la cosa está animada».

Futuro

Volviendo al sector de los espectáculos, el técnico considera que todavía tardará en llegar la actividad real y pide un poco de flexibilidad para ir haciendo cosas. «No entiendo tanto parón, las terrazas de los bares con espectáculos acústicos pequeños podrían tener alegría y una situación más normalizada».

Mirando al futuro del mundo del espectáculo, alerta de que la situación puede tener consecuencias negativas de cara a la calidad de los trabajadores. «Los técnicos que realmente valen van a tener que buscar otro sector porque así no pueden aguantar mucho tiempo. Cuando se reactive la actividad se encontrará una profesión con muchas secuelas y ausencias».

En cualquier caso, mientras llega ese momento, Carlos Velasco continúa con su reinvención cambiando los espectáculos por las clases a ritmo de swing.

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