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La Guardia Civil ha cerrado la BU-130, lo que obliga a dar un rodeo a repartidores, comerciantes o transportistas. Aurora Lázaro
Los vecinos de Sotillo se ven discriminados y afirman que las medidas llegan tarde

Los vecinos de Sotillo se ven discriminados y afirman que las medidas llegan tarde

El alcalde se pregunta por qué no adoptaron medidas cuando apareció el brote y esperaron a una semana después | El cierre de la BU-130 ha sido la última decisión tomada y que está afectando a la economía del municipio

Sábado, 19 de septiembre 2020, 19:10

Los vecinos de Sotillo de la Ribera se sienten discriminados ante el confinamiento del pueblo, ante la evolución de la Covid-19, e incluso han criticado que las medidas llegan tarde. «El anuncio se esperaba» ha reconocido a EFE el alcalde de la localidad, Manuel ... Callejo, quien incluso ha calificado la decisión de «razonable», porque Sotillo presentaba a primeros de septiembre un elevado índice de contagios por coronavirus.

Pero la gran mayoría de la poblaciMuchos, incluido el regidor, no entienden por qué los días 6 y 7 de septiembre, cuando se estaban haciendo numerosas PCR en el Centro de Salud de Roa ante la aparición de un brote, no se adoptaron ya medidas: «entonces teníamos ya 21 positivos; ahora muchos están terminando la cuarentena».ón coincide en que las restricciones han llegado demasiado tarde.

No obstante, Manuel Callejo ha incidido en que la gente se confinó con responsabilidad y apenas había movimiento en el pueblo.

Tampoco comprende el alcalde ni el resto de los vecinos los criterios de la Junta para confinar unos sitios y otros no ni el de los jueces para ratificar un confinamiento (como el de Sotillo, autorizado por el Juzgado de lo Contencioso de Burgos) o anularlo, como el caso de Pesquera de Duero, dependiente de Valladolid.

La tranquilidad inicial en el municipio la ratifica la administrativa del Ayuntamiento. «Llevamos ya unas semanas que nos suena mucho más el teléfono, aunque la gente se está acostumbrando ya también, desde el estado de alarma, a hacer sus gestiones por correo electrónico«, explica a EFE, asegurando que las actividades presenciales son únicamente para lo imprescindible.

Las empresas de Sotillo estaban resignadas a pasar una mala quincena por el anuncio del confinamiento, que ha puesto al pueblo en el foco mediático. Pero hay mucho malestar con el tratamiento que hacen los medios de comunicación de este tipo de noticias.

«Ponen que hay 592 contagiados, cuando no llegamos ni a 500 habitantes, porque no se enteran, no contrastan los números,así consiguen que la gente piense que estamos todos contagiados y a nosotros nos afecta a la hora de vender», explica indignado Eduardo Gaitero, propietario de la panadería.

Su negocio surte de productos a muchos pueblos de alrededor y también a Aranda de Duero. Además es un centro de referencia para los asados de lechazo en horno de leña.

Su malestar creció ayer cuando la Guardia Civil advirtió a su repartidora de que para llevar el pan a otros pueblos tenía que dar un rodeo al decidirse el cierre de la BU-130. «50 kilómetros tenemos que hacer ahora, cuando antes hacía seis. ¡Estamos mucho peor que el pasado mes de abril, en el estado de alarma! ¿Qué quieren, que dejemos de trabajar?«.

La misma opinión tienen los que regentan las tiendas o los bares. Hay además en este municipio una fábrica de morcillas y ocho bodegas, algunas de las cuales admiten estar algo afectadas porque no pueden estos 15 días acoger visitas.

El enoturismo se resiente, pero están también pendientes de que el problema sanitario se solucione antes de la vendimia.

En el colegio y la guardería, en cambio, el funcionamiento no se ha visto alterado por el confinamiento. Tampoco el transporte de los estudiantes que se trasladan al instituto de Roa de Duero.

«El cole se abrió con toda normalidad, sólo han faltado algunos niños que estaban confinados o a la espera de PCR», explica la directora, Alba Saldaña. Su problema principal no es el confinamiento, sino la falta de profesorado para atender la situación actual de medidas covid.

Sotillo de la Ribera es cabecera de un CRA (Colegio Rural Agrupado)con 58 chavales en total, de los cuales hay 25 en La Horra divididos en dos aulas y 10 en un aula unitaria en Gumiel de Mercado. «Si la profe se pone mala un día la tenemos que sustituir otros pero entonces dejamos solos a los nuestros», relata.

Saldaña añade que abordan un año complicado, porque hay que recuperar contenido con los niños de Primaria.

A los problemas que ya provoca un confinamiento, al reducirse la movilidad, los vecinos de Sotillo han sufrido esta semana otras dos situaciones inesperadas.

Por un lado, se enteraban de que se quedaban sin médico titular en el consultorio porque el que contrató la Junta de Castilla y León tiene que irse a ejercer su plaza de médico residente. Y se va justo cuando confinan a la localidad con un pico alto de contagiados.

Los vecinos aseguran que no sabían nada. «Nos hemos enterado por el propio médico, que se lo ha ido diciendo a los pacientes más habituales», asegura Arantza Barroeta.

Se muestran escépticos ante el anuncio que hizo ayer la Gerencia de Atención Primaria de que a finales de septiembre habrá 5 médicos contratados en Roa y uno de ellos para Sotillo. Lo ven complicado porque esta plaza está ocupada por un liberado y es un problema que se arrastra desde hace años.

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