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Los vecinos de la localidad ribereña de Fuentelcésped, situada a once kilómetros de Aranda, denuncian que cinco días después de la gran nevada que dejó el temporal Filomena en la zona, se encuentran todavía prácticamente incomunicados y aislados. La queja llega de los habitantes ... de la urbanización 'El Sabinar', con medio centenar de viviendas unifamiliares, que critican el abandono del Ayuntamiento de la localidad y de la Junta de Castilla y León.
«Nos sentimos aislados, no nos tienen en cuenta. Somos personas que tenemos nuestro trabajo y nuestros hijos tienen que ir al colegio. Y… ¿Qué ha pasado? Pues que los autobuses escolares no han podido desplazarse debido a la nieve y las personas que trabajan tampoco han podido acudir a su puesto de trabajo por las condiciones tan peligrosas y adversas de las carreteras», lamenta Jessica Llereda, una de las vecinas.
En esta línea, insiste en que la vía que conecta Fuentelcésped con Fuentespina, la carretera BU-945, que hay que completar para llegar hasta Aranda, permanece con nieve y hielo y «hay muy pocos que se atreven a conducir. Tienes que tener al menos un todoterreno y las cadenas por supuesto. ¿Qué le dices al jefe?». A mayores, explican la «peligrosa» situación de entrada a la urbanización. Los vecinos insisten en que han estado apartando la nieve con palas «en las entradas de nuestras viviendas y vigilando no caernos», pero el acceso a la urbanización, a través de una cuesta con curva, está en un pésimo estado. «Nos sentimos desplazados y esperando una respuesta por parte del alcalde, que no llega.
Queremos que nuestra queja sea pública y así puede que se entere de nuestra situación ya que no reside en el pueblo sino en Aranda. Queremos actuaciones efectivas, no mantenernos callados, encerrados en casa y que nos digan que tengamos paciencia. Estamos cansados», concluye la portavoz de los vecinos.
Estos habitantes de Fuentelcésped detallan que el pasado viernes, con la previsión de la llegada del temporal, se les trasladó desde el Ayuntamiento que se iba a facilitar sacos de sal para los vecinos, pero tendrían que esperar hasta el lunes. «Llamamos el lunes y ninguna señal. El empleado no se pudo desplazar porque la carretera estaba muy mal. El martes, vino pero no lo han comunicado en la urbanización. Nos acercaremos hoy, cinco días después. Está claro que no nos tienen en cuenta», concluye Jessica.
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