Vecinos y comerciantes de la Avenida Castilla de Aranda se quejan de las «eternas» obras

Los comerciantes de la zona coinciden en que el corte de tráfico y los problemas para el tránsito, han provocado unas considerables pérdidas en los negocios, que no aventuran a cifrar pero creen que pasa del 20%. Se trata de un vía principal de acceso a Aranda donde hay bares, tiendas de ropa, supermercados, talleres, alimentación y todo tipo de locales comerciales. «Se nos está haciendo eterna la obra y nos ha generado pérdidas importantes», apunta la responsable de uno de los establecimientos.

En esta línea, otra de las comerciantes lamenta que «ni armándonos de paciencia es soportable». A todo ello, se une la falta de limpieza. «Se acumula la suciedad debido al retraso de la obra y que no pasa el camioncito que limpia y barre», detalla el propietario de un local. «Está en una situación lamentable», recalca.

Para los vecinos, la vida tampoco ha sido sencilla en este último año. «Cada día sales y es como una yincana, no sabes por dónde vas a poder pasar, qué vuelta vas a tener que dar, si te vas a caer porque todo está desastroso. Las personas con problemas de movilidad lo tienen muy difícil, se lo piensan mucho para salir de casa», alerta una de las vecinas. En este caso, otro residente detalla el periplo y los problemas para transitar con una silla de ruedas: «es una carrera de obstáculos».

Cuando se pregunta a los viandantes si el sufrimiento merecerá la pena, éstos tienen serias dudas. «Con esa chapuza que han hecho con las tuberías, dejándolas enterradas y solucionándolo con las aceras asfaltadas y lo estrechas que han dejado las vías que casi no pueden pasar dos camiones que se crucen; yo la verdad es que tengo mis dudas», manifiesta una de las vecinas. También aluden al tema del fibrocemento y la incertidumbre al respecto. «No entendemos por qué no han retirado las tuberías de fibrocemento y no se nos ha informado a los vecinos sobre la rotura de una arqueta y el posible riesgo», lamenta un ciudadano a la salida de un comercio de la calle. Otro añade que «se ha visto a trabajadores vestidos con los trajes protectores, pero aquí nadie nos ha informado de nada».