La «valentía» del Sonorama se vive con Sidonie y Viva Suecia

Con extrema puntualidad respecto al horario previsto, cuando pasaban pocos minutos diez de la noche, Sidonie irrumpía en el escenario con su particular estilo. Música y diversión, sello de la casa, marcaron el espectáculo de Marc, Axel y Jes. «Maravilla Aranda», «Este público tan culto que le gusta la música», o «Sonorama Siempre», fueron algunos de los guiños del cantante hacía el público y la organización.

El grupo consiguió levantar al público metafóricamente hablando, porque, aunque permanecían sentados de forma ejemplar en sus sillas, las buenas vibraciones y el baile de manos no cesó. Las voces se escucharon cantando por encima de las mascarillas, especialmente en los temas más famosos, 'Maravilloso', 'Verano del amor' o 'Fascinado'. Aunque el éxtasis de los asistentes llegó con 'El Incendio' y en el apoteósico cierre con 'Estáis aquí'.

El público tenía ganas de más, y ahí tomo el relevo Viva Suecia. Los murcianos liderados por Rafa Val, pusieron sobre el escenario un concierto lleno de intensidad, calidad musical y plena sintonía con un auditorio en el que se sienten como en casa. «Gracias Sonorama por tener las agallas de seguir adelante, con la música y el espectáculo», recalcaba el vocalista en mitad de una actuación en la que no bajaron el registro en ningún momento. Desde su primera canción 'Necesitarnos tanto' hasta su último tema 'Amar el conflicto' se sucedieron los temas a un ritmo trepidante con un público totalmente entregado, que terminaba el concierto cantando el famoso estribillo: Todo lo que importa está en el aire».

Sidonie y Viva Suecia fueron los platos fuertes de la primera jornada del Sonorama más atípico, donde los asistentes también pudieron disfrutar de El Kanka y su peculiar estilo en el que se entremezclan los toques aflamencados con el de cantautor. Cala Vento, Nach y Los Zigarros completaron el cartel de la primera jornada.

Desde primera hora había nervios. Incluso antes de la apertura de las taquillas a las diez de la mañana, decenas de personas hacían cola en el recinto ferial para validar las entradas y conseguir las pulseras para acceder al festival Sonorama Ribera. La premura estaba marcada por el reto de conseguir compartir el mismo sector con el grupo de amigos y, sobre todo, lograr un espacio en una de las dos zonas situadas en primera línea de escenario. Así comenzaba la jornada de inauguración de la edición más atípica de la historia del festival arandino, nacido en 1998.

Siempre se ha aludido a Sonorama como un festival diferente al resto del circuito nacional. Por muchos aspectos. Su organización en manos de una asociación conformada por 400 voluntarios, su simbiosis con la ciudad y la cultura del vino y las reiteradas sorpresas. Eso sí, nadie podía imaginar en agosto de 2019, cuando el festival estrenaba nueva sede con la edición más multitudinaria y ambiciosa, que tendría que esperar dos años para disfrutar de la siguiente edición, en una versión singular y reducida.

Alrededor de 4.000 personas disfrutaron ayer de su primer Sonorama en tiempos de covid. Sentados con mascarillas, en sectores de mil personas y bebiendo y comiendo en una zona de terraza anexa e independiente. Sin poder transitar entre parcelas, con accesos y evacuaciones independientes y amplia vigilancia con una gran vertiente didáctica. Hasta el tiempo fue atípico para lo que es tradicional en el evento. Un Sonorama más de abanico que de «rebequita». No hizo falta chaqueta cuando cayó el sol y llegó la noche, debido a la ola de calor.

La organización de Sonorama ha buscado el equilibrio en los carteles de los tres días de festival. Una veintena de grupos divididos en tres jornadas en las que se reparten los cabezas de cartel que suben al escenario en 'prime time' y otros artistas emergentes y con proyección de futuro que abren las jornadas de conciertos a plena luz del sol. Hoy viernes, el foco de atención se fija en Amaral, el dúo formado por Eva y Juan, que vuelven al festival arandino donde han triunfado en reiteradas ocasiones.

Otro de los platos fuertes del día es León Benavente, que se reencuentra con el público sonorámico tras algunos años de ausencia. La jornada se cierra por uno de los grupos de moda, que han irrumpido fuerte en el panorama indie. Arde Bogotá apagará las luces del recinto a las dos de la mañana. A plena luz del día, a partir de las 18:30 horas, actuarán Derby Motoretas Burrito Kachimba, a quienes seguirá Anni B Sweet y Delaporte.