Valdezate culmina la primera fase de recuperación de su torre altomedieval

La localidad ribereña de Valdezate ha culminado la primera fase de la recuperación de la de la Torre Altomedieval del Cerro de Castrejón, una estructura cuyo origen se sitúa en el siglo X. Los trabajos han consistido en la protección de la estructura general de la torre con una actuación contundente en la coronación de los muros mediante un refuerzo estructural que evite la penetración de las humedades en su interior, una circunstancia que estaba contribuyendo a su deterioro progresivo y que amenazaba con su derrumbe en pocos años. El reto se ha centrado en detener y revertir el proceso de deterioro que estaban sufriendo los restos, como paso previo a su recuperación para la sociedad como recurso cultural y patrimonial de alto valor histórico y uno de los principales referentes culturales y patrimoniales del municipio.

El proyecto se ha llevado a cabo en el marco de la convocatoria de subvenciones para proyectos de investigación arqueológica y paleontológica de la Diputación de Burgos del año 2023, que aporta una financiación de 8.000 euros para una inversión total de 20.000 euros.

De cara al futuro, queda una segunda fase que se planteará finalizar la excavación arqueológica, ya que se ha podido comprobar la existencia de depósitos no excavados en el interior que pueden aportar nuevos datos para el conocimiento de este monumento, así como completar la consolidación de las estructuras constructivas y su señalización interpretativa, para que todos aquellos que visten el lugar puedan tener un conocimiento preciso y de tallado de su significado.

Los restos arqueológicos comenzaron a ser excavados arqueológicamente a finales de los años 80 del pasado siglo y que tiene para los vecinos de municipio un significado especial como referente de una memoria ancestral, que se remonta a tiempos de moros y habla de un monasterio desaparecido en la noche de los tiempos.

Las excavaciones realizadas hace más de 30 años, pusieron al descubierto la estructura de una torre de vigilancia levantada muy posiblemente a principios del siglo X, que aprovechaba las magníficas condiciones de visibilidad que ofrece este paraje, desde el que se divisa un amplísimo tramo del valle del Duero en todas las direcciones.

Este posicionamiento convirtió a esta torre en uno de los puntos principales del sistema de control del territorio de Haza, ya que marcaba de algún modo la entrada a este territorio por el oeste y con toda seguridad también fue la causa de su destrucción, siendo una de las fortalezas atacadas por el ejército del califa Abderramán III en el año 939, que asoló estas tierras en su retirada hacia territorio musulmán tras la célebre Batalla de Simancas.

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