No tenía trato con los vecinos, a pesar de residir en el pueblo desde hace más de un año. Le definen como alguien poco comunicativo, con mal castellano, sin oficio conocido y que hacía más vida en otros municipios como Nava de Roa y ... Peñafiel.
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El número 2 de la calle Real, esquina calle Requejo, del municipio de San Martín de Rubiales se ha convertido en el centro de las miradas. Desde el pasado martes, los cuerpos de seguridad buscan incesantemente a uno de los inquilinos del inmueble, por la presunta detención ilegal de su ex pareja, cuando ésta se encontraba en su trabajo en el campo. Los compañeros de la mujer denunciaron que se la había llevado de una forma muy agresiva y en contra de su voluntad. A partir de este momento, se desplegó un gran dispositivo de la Guardia Civil en busca de ambos.
El hombre, K.B.N., de 53 años y de nacionalidad búlgara, es considerado por parte de los cuerpos de seguridad como «muy peligroso», al tener antecedentes penales en su país por delitos graves. Desde la denuncia, han pasado casi dos días de búsqueda, con controles armados en carreteras y municipios de la comarca de la Ribera del Duero, en una zona que incluye a las provincias de Burgos, Valladolid y Segovia, además de la participación de activa de un helicóptero.
La paz habitual de la localidad de San Martín de Rubiales, de apenas 150 habitantes, se veía interrumpida en la tarde noche del martes con la llegada de cinco patrullas de la Guardia Civil a la calle Real. Los vecinos admiten que la imagen fue impactante, pero que los agentes no les dieron más detalles. «Pararon aquí, pero no me dijeron absolutamente nada», explica un residente de la misma calle. Otra vecina añade que los agentes les animaron a que «se quedaran dentro de sus casas».
En un banco de la calle Real, cercano al domicilio del fugado, tres vecinos comentan los sucedido. Dos de ellos afirman que no conocían a la pareja prácticamente de nada. «Creo que a él le he visto una vez», puntualizaba una mujer. El único que confiesa haber cruzado algunas palabras con la pareja es el vecino de la vivienda colindante. «No mucho porque parecía que no entendían, hablaban poco castellano. Ella un poco mal», detalla.
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En esta línea, mantiene que el hombre estuvo enfermo hace unos meses. «A él le operaron y yo solía pasar y le preguntaba a ella cómo estaba y poco más». Asimismo, incide en que hacía varias semanas que no veía a la mujer en el pueblo. «Yo le dije a él: '¿Dónde tienes a la patrona?' Él me contestó que 'estaba para allá', refiriéndose a su país. Ahí se quedó nuestra conversación».
En todo caso, el suceso ha inquietado a los residentes habituales del pueblo y también a veraneantes. Coincidiendo con la llegada del mes de julio, ha aumentado la población con la presencia de nuevos vecinos, en su mayoría llegados desde Madrid. «He llegado hace unos días, le conozco solamente de verlo por aquí y me he enterado por los vecinos de lo que ha sucedido. Vengo poco y no he tenido trato. Esto es una pena para el pueblo», afirmaba un madrileño que pasa sus veranos en San Martín.
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Durante la mañana, dos patrullas de la Guardia Civil recaban testimonios que puedan dar luz a este asunto. Cuatro agentes han recogido las declaraciones de varios de los habitantes de la Calle Real para intentar esclarecer los hechos. Patrullas beneméritas también han rastreado este jueves zonas de varios municipios, como las bodegas abandonadas de Valdezate.
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