La iglesia de Santa María la Real de Aranda de Duero, principal atractivo turístico de la ciudad por su artística fachada gótica, ha celebrado este domingo por primera vez en su historia la misa de Domingo de Ramos a puerta cerrada y con la única ... presencia del párroco.
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En completa soledad y en la inmensa nave de este templo del siglo XV, Miguel Angel Díez Villalmanzo ha celebrado el rito breve, «sin cánticos ni homilías», ha explicado a EFE, «para pedir por toda la humanidad y por todas las personas que están sufriendo».
Un Domingo de Ramos habitual este cura oficiaba para unas 800 personas en total, sumando los asistentes a los diversos horarios de misa. Hoy, respetando las condiciones del estado de alarma, estaba él solo.
El domingo de Pascua, con la tradición de la Bajada del Ángel, declarada de interés turístico, la asistencia de arandinos y ribereños a este rito y a la misa posterior, era aún mucho mayor. Pero Miguel Ángel Díez de nuevo lo celebrará en soledad en el inmenso templo. «En los 30 años que llevo de cura no me había tocado nada igual. Ha sido para mi una experiencia nueva, pero esto es algo nuevo para todos», ha assegurado.
Aunque inicialmente pensó grabar en streaming los oficios y difundirlos en redes sociales, rechazó al final la idea por la previsión de cobertura que se iba a hacer de la Semana Santa desde las distintas televisiones, pública y privadas. Lo que sí ha impulsado desde las redes sociales es una invitación a todas aquellas personas que lo deseen a celebrar los rituales desde sus casas. «Hoy han hecho muchas cosas: dibujos, ramos... el Jueves Santo les hemos pedido poner en la mesa pan y vino, el Viernes Santo una cruz y la vigilia Pascual dejar la casa a oscuras y poner una luz; el domingo de Pascua tocaremos las palmas y recordaremos la Bajada del Ángel», ha explicado.
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El cura ha experimentado también un aumento considerable de las llamadas y mensajes por teléfono desde el inicio de la crisis sanitaria. «La gente tiene necesidad de comunicarse y de vida interior; no sólo llaman para saber cómo estamos, también quieren una palabra de aliento, saber cómo vivir interiormente esta situación».
Asimismo, atiende cada día a personas que están solas o no llevan bien el encierro. «Hay personas que lo pasan mal, son mayores, sus hijos están fuera y están solas, pero tu llamada diaria ya les anima; otros psicológicamente no llevan bien el encierro, no todo el mundo tiene la misma fuerza psicológica y eso hay que entenderlo«.
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Díez Villalmanzo cree que en general la población ha asumido bien estos drásticos cambios. La Semana Santa arandina no tendrá procesiones, pero el párroco de la iglesia de Santa María seguirá oficiando en soledad desde el interior de este templo, icono de la ciudad.
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