Reducen la petición de diez años de prisión a dos de los siete acusados por banda criminal en Aranda

En ella, tras la comparecencia de dos testigos aportados por la letrada de P.I.A.G. y otro pericial referido por el de A.R.L., ha considerado los atenuantes de adicción a las drogas alegadas y documentadas por la defensa de J.A.H.M y F.M.M.. Además a este último también se le ha rebajado la condena propuesta al suprimir el agravante de sustancias que causan gran daño a la salud por la baja pureza encontrada en las que le fueron incautadas.

De esta manera, para F.M.M. se solicitan por parte del Ministerio Fiscal dos años y seis meses de cárcel y para J.A.H.M, considerado por la misma como «cabecilla», cuatro años de encarcelamiento. Para el resto de los procesados se han mantenido las penas de diez años de privación de libertad referenciadas en el escrito previo al juicio.

El resto de abogados han pedido la absolución de sus representados por diversos motivos en cada uno de los casos. En el de P.I.A.G., la defensa se ha remitido a que su patrocinado no vendía la droga, simplemente la adquiría para consumo propio y compartido en una peña de la localidad vallisoletana de Peñafiel.

La letrada de M.M.G. y H.S.C ha indicado que la acusación mantenida contra sus defendidos estaba basada en hipótesis derivadas de la investigación policial, sin ningún hecho probado de tenencia o comercio de sustancias estupefacientes más allá de unas conversaciones mantenidas por mensajería telefónica

Por su parte, la abogada de R.S.V. ha alegado la participación única de su defendido en uno de los viajes a Peñafiel, reconocido en su testimonio, con total desconocimiento de las intenciones del desplazamiento al no tener consciencia del contenido de la mochila en la que se transportaba la droga.

«Quién se va a exponer a diez años de cárcel por veinte euros», ha explicado la letrada en referencia a la retribución que R.S.V. recibió por su traslado al municipio vallisoletano.

Por último, la defensa de A.R.L. ha resaltado que durante la investigación policial no se corroborase la identidad de su representado en una aplicación de mensajería en la que se basó su imputación, ni la correspondencia de ese identificador con el número de teléfono del procesado. Según ha relatado el abogado, tampoco se comprobó el «estilo de vida lujoso» en el que se incidió para sospechar que traficaba con drogas ni la propiedad de una nave y un vehículo al que se hace referencia dentro de la misma.

Una vez denegada la petición de que J.A.H.M quedase en libertad -fue por tercer día trasladado desde prisión, donde ha pasado 17 meses- en principio de igualdad con el resto de acusados o por el «inexistente» riesgo de fuga, el juez ha finalizado el proceso visto para sentencia.