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Todo comenzó con la felicitación a Ainara, una pequeña arandina que cumplía años en el confinamiento y llevaba días llorando en casa al no tener su tradicional fiesta con amigos. Tras una llamada de 'auxilio' de sus padres, hasta las inmediaciones de su ventana llena ... de globos y situada en un edificio del Barrio de la Estación de Aranda de Duero, se acercaron ruidosamente los voluntarios de Protección Civil. Dos vehículos haciendo sonar sus sirenas y con el Cumpleaños Feliz de Parchís a todo volumen a través de la megafonía. Los vídeos de la original 'fiesta' no tardaron en hacerse virales y ha generado tal efecto llamada que ha habido que poner ciertas cotas a estas felicitaciones.
«Nos llegó la primera petición y no dudamos en felicitar a esa niña, ya que si el confinamiento es duro para los mayores, para los pequeños es peor todavía. Están tan acostumbrados a salir, a ver a sus amigos, a ir al parque, a celebrar sus cumpleaños con fiestas y ahora ven que se tienen que quedar en casa y no pueden salir. Es muy difícil para ellos», detalla el presidente de la agrupación arandina, José Luis García. En este sentido, explica que se había preparado una celebración especial entre todos los vecinos del barrio y pidieron la colaboración para animar a la pequeña. «Quisimos poner nuestro granito de arena dentro de nuestras posibilidades, ya que tenemos mucho trabajo. Hasta donde podemos, intentamos felicitar a los niños y hacer que durante unos minutos sonrían, con eso nos damos por satisfechos», insiste José Luis. Algo que surtió efecto con Ainara, ya que «la niña se quedó encantada, feliz, porque además llevaba unos día llorando. Así nos lo han hecho saber sus padres».
A partir de esa primera vez, el colectivo altruista no ha dejado de recibir solicitudes variadas para felicitar cumpleaños. Algo que les ha desbordado y les ha llevado a centrarse en que los niños puedan disfrutar del momento. «Nos llega de todo, bebés de un año, adultos de todas las edades, personas mayores… Hemos tenido que poner freno porque, en caso contrario, solo nos dedicaríamos a felicitar cumpleaños». Por ello, se ha fijado que los mayores protagonistas serán los niños entre cinco y trece años. «Por esas edades nos estamos moviendo, no nos cerramos a alguna excepción mas, pero tenemos otras funciones primordiales», recuerda.
El presidente de los voluntarios arandinos destaca que cada jornada completan alrededor de medio centenar de servicios. Llevar comida a los mayores que viene en los pueblos de la comarca, dispensar las medicinas en casa a los enfermos crónicos, la colaboración en la puesta en marcha del hospital de campaña en el recinto o ayudar en toda la logística del material de protección que se está fabricando, son algunas de las funciones más destacadas. El cuerpo trabaja con servicios de mañana y tarde, con tres voluntarios por turno, uno al teléfono y dos que salen con los vehículos. «Hay que guardar las medidas de precaución, minimizar al máximo los riesgos e intentar llegar a todos los sitios donde podamos. El virus también nos ha tocado, tenemos dos compañeros en cuarentena uno en el hospital», lamenta José Luis.
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