La pandemia de la covid ha afectado de lleno al turismo y las agencias de viajes «no tienen opción de ayudas», explica Bayo, «porque no nos han obligado a cerrar aunque no tiene sentido que estemos abiertas». Señala que no facturan, «llevamos sin ingresos desde diciembre» y añade: «Hubiese preferido que me dijeran que cerrase hasta que haya una vacuna, porque abrir para trabajar solo en cancelaciones es aún peor».
Su empresa familiar está vinculada a Autocares Víctor Bayo y comparten el mismo problema, «no vendemos, pero los seguros, tasas e impuestos los seguimos pagando igual». En este sentido, Bayo confiesa que este año no piensa en ganancias, «me conformo con que nos ayuden, especialmente a gestionar situaciones contra las que no podemos luchar». Se refiere, sobre todo, a las cancelaciones de reservas de viajes al extranjero ya que su agencia ha reembolsado el dinero a sus clientes sin recibir la parte correspondiente a hoteles de otras ciudades.
«Las compañías de avión no nos devuelven el dinero, los hoteles de ciudades como Londres tampoco, así que acabamos devolviendo la reserva a nuestros clientes porque es nuestro deber pero, con ello, estamos poniendo dinero», aclara. Los cambios en las restricciones por parte del Gobierno y de la Junta, tampoco han ayudado a su sector: «Los clientes reservaban y a los dos días había que cancelar porque cerraban la provincia o la comunidad».
Afirma que durante el confinamiento trabajaron «gratis» en cancelaciones e informando a sus clientes. Los meses en los que se mantuvo en vigor el estado de alarma tuvieron un aluvión de peticiones de información y de anulaciones de viajes de todo tipo, de estudiantes, de vacaciones, de lunas de miel, etc.
Por eso afirma que echan de menos algo de apoyo y ayudas administrativas, «nuestra situación está fatal pero no estamos sabiendo hacer ruido, no hay mucha unión en el sector para hacer fuerza y es una pena», manifiesta.
Antes de que estallara la emergencia sanitaria, las agencias de viajes ya habían entrado en su crisis particular. El aumento de las ofertas en internet y el auge de las reservas online, habían desvirtuado el trabajo de los profesionales del sector. «Estoy cansada de ver cómo se extienden tópicos sobre el precio de comprar online porque no es más barato«, sentencia. Nuestro trabajo es conocer al cliente y ofrecerle un viaje a su medida y con todas las garantías, asesorarle, informarle y buscar algo que se ajuste a sus requisitos», argumenta.
Sin embargo, y a pesar de estar atravesando un gran bache, Bayo es una mujer enérgica que no quiere pasar por alto el lado positivo de la situación. «Las empleadas han estado ahí en todo momento, incluso estando en ERTE, su implicación y compromiso con la empresa ha sido de diez». Además, confiesa que los proveedores «se han portado genial» y que ahora están «más preparadas» que en marzo y que esa experiencia les permite reaccionar de otra forma ante las adversidades.
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