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¿Dónde vamos a ir a comprar? Esa es la pregunta que se hace medio centenar de municipios de la comarca de la Ribera del Duero. Sus regidores y habitantes denuncian que el cierre de Aranda, tras su confinamiento por el repunte en la ... propagación de la covid-19, les ha dejado sin su centro de referencia para compras de primera necesidad y servicios varios. Consecuencias que también se están notando con contundencia en la ciudad, tanto en los supermercados como en el pequeño comercio, e incluso en el mercadillo semanal de los sábados que ayer aparecía prácticamente desierto, ya que muchos de sus clientes llegan habitualmente de las localidades del entorno.
El cierre de Aranda a su comarca es algo incomprensible para sus vecinos. «No entendemos esta situación. Aranda son los pueblos y los pueblos son Aranda», ese es el mensaje en el que coindicen los alcaldes rurales. Más en un momento, como es el mes de agosto, en el que los municipios duplican casi su población habitual. Es el caso de Fresnillo de las Dueñas, una localidad de unos 700 habitantes, que se encuentra a tres kilómetros dirección Soria. Solo cuenta con una panadería y el frutero llega hasta el pueblo una vez por semana. «Si todos entendemos que cuantos menos viajes a Aranda mejor y más prudente, pero es que hay pocas alternativas de compra. Como se alargue finalmente a los 14 días, será muy problemático», explica su alcalde, Gustavo García.
En este sentido, recuerda que «las carencias del medio rural no nos permiten no contar con el comercio de referencia que es Aranda». El caso de Fresnillo se repite en el resto de los municipios de la comarca, incluso también afecta a pueblos de Segovia y Soria que por su situación geográfica tienen a la ciudad ribereña como su centro de referencia. «En mi pueblo hay tienda con productos limitados, no hay carne, pescado solo un día en semana por la mañana. A por el pan, después de las 13 horas no vayas, que no queda», detalla Marisol Gil, vecina de Milagros. En esta línea, narra que «vivo sola, trabajo de nueve de la mañana a seis de la tarde, ¿Cuándo compro? ¿Quién me paga la gasolina si me obligan a hacer 60 kilómetros como poco para ir a comprar, en lugar de 20?». Insiste que ahora en el pueblo, con el repunte de población «encima no siempre encuentras lo que quieres».
El problema en la mayor parte de las localidades es todavía peor, ya que muchas de ellas no tienen ninguna posibilidad de comprar allí. «En mi pueblo no hay tienda, vamos a todo a Aranda, ahora tendremos que buscarnos la vida y es complicado», indica Cristina, que está pasando el verano en Pardilla. «¿De verdad que las personas que deciden todo esto no conocen la realidad de los pueblos? En la mayoría no hay ni una pequeña tienda, los residentes son mayores, no saben comprar por Internet. Además, los grandes almacenes de Aranda sólo hacen reparto a domicilio en un radio de 10 kilómetros», denuncia Leonor de Diego, vecina de Torregalindo.
Roa, Huerta de Rey y Boceguillas (Segovia) se convierten en las posibles alternativas para compras, pero más lejanas y se desconoce si tendrán capacidad para hacer frente a un volumen de clientes mucho más alto del habitual.
Y mientras en Aranda, revolución en el mundo de la hostelería. «Permaneceremos cerrados porque las autoridades nos han quitado a nuestros clientes», con ese rotundo cartel un famoso asador, situado en la céntrica calle Isilla, anuncia su clausura hasta el 21 de agosto. El restaurante colindante tiene también la verja echada hasta el fin del confinamiento marcado por la Junta de Castilla y León.
Los establecimientos que permanecen abiertos apenas cuentan con clientes, con terrazas prácticamente vacías, en un mes de agosto que siempre ha estado marcado por la afluencia de visitantes, muchos de ellos alojados en pueblos de la comarca. «Hemos tenido seis mesas en toda la tarde», detalla la camarera de una cafetería situada en la Plaza Mayor que habitualmente se muestra abarrotada en época veraniega. «Nos han dejado devastados y esto encimatraerá secuelas a posteriori», insiste el dueño de un restaurante quien ha decidido «cerrar en la hora de comidas y solo abrir por la tarde noche».
Los hosteleros arandinos consideran que «están recibiendo un trato inmerecido y un nivel de desprotección por parte de las administraciones que va a agravar económicamente aún más la complicada situación que dejó ya anteriormente el estado de alarma». Así lo traslada la Asociación de hosteleros que baraja también la posibilidad de iniciar acciones legales en un futuro «en defensa de los intereses del sector».
Cinco personas permanecen ingresadas en el hospital de los Santos Reyes con covid-19. De esta manera, en las últimas 24 horas se han realizado cuatro nuevos ingresos, que se unen al hombre de 56 años que ya permanecía en el centro con coronavirus, en un estado estable que no reviste gravedad.
En el último día, se han ingresado otros dos pacientes por síntomas de covid confirmados con un PCR positiva. En concreto, una mujer de 66 años y un hombre de 42. Los otros dos pacientes, llegaron al centro por otras patologías y arrojaron un resultado positivo en la prueba preventiva que se realiza, aunque ningún presentaba sintomatología. En este caso, se trata de dos mujeres con 78 y 89 años respectivamente.
El gerente del hospital de los Santos Reyes, Evaristo Arzallus afirma que el centro sigue con su hoja de ruta en el plan de reesescalada y están a punto de tener que dar el paso de dividir el centro en áreas diferenciadas de covid y no covid. De momento, se prohíben en el hospital todas las visitas de familiares, excepto a pacientes con fallecimiento inminente que se permitirá el acceso de una persona con un EPI. El gerente pide a la ciudadanía responsabilidad y prudencia y recuerda que es necesario que cumplan las medidas restrictivas.
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