La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos ha investigado a JJCL (26) como presunto autor de los delitos contra la Seguridad Vial de conducción temeraria, conducción careciendo de autorización al tenerla retirada por sentencia judicial y de conducción bajo la influencia ... de bebidas alcohólicas con resultados positivos en las pruebas de alcoholemia practicadas.
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Los hechos ocurrieron días atrás de madrugada, en carretera N-1 a su paso por la comarca de La Ribera. Personal que se encontraba en un punto de verificación de alcoholemia daba la señal de alto y parada a un vehículo que se aproximaba al lugar; pero su conductor lejos de aminorar y obedecer las indicaciones de los agentes y detenerse, hizo caso omiso a las mismas, acelerando la furgoneta mixta que conducía, saltándose el control a la vez que apagaba las luces, maniobrando peligrosamente para darse a la fuga, poniendo con ello en grave peligro la integridad del resto de usuarios de la vía.
Una vez interceptado e identificado, se comprobó que carecía de autorización para conducir al tenerla retirada por resolución judicial y que presentaba síntomas evidentes de haber ingerido alcohol y de encontrarse bajo su influencia, como se manifestó en su manera de conducir, por lo que se le practicó la prueba de alcoholemia mediante el aire espirado.
Los resultados positivos mostrados en el etilómetro de 0'60 y 0'63 mg/l no hicieron más que matizar los indicios iniciales en cuanto a sintomatología externa se refiere. Las tasas superaban la máxima establecida para este grupo de conductores que es de 0'25 mg/l.
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Por todo ello fue investigado, instruyéndose diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Aranda de Duero.
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La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estas conductas al volante pueden conllevar administrativamente hasta 1.000 € de sanción y penalmente podrán ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.
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