La noche de Halloween ha dejado un rastro de vandalismo en el barrio de San Juan de Aranda de Duero. Nuevamente, los vecinos han amanecido con desperfectos en sus fachadas y mobiliario urbano destrozado.
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Pese al refuerzo policial, los vándalos han arrojado huevos ... a las ventanas y han llegado a arrancar un banco de la calle que ha aparecido tirado frente a la Universidad de la Experiencia.
«Esto es por demás», sentencia un vecino de la zona. «Ya no sé qué vamos a hacer para frenar esto», añade.
La concentración de jóvenes para hacer botellón en los entornos de la iglesia de San Juan es un hecho que los residentes vienen denunciando desde hace años. «Pero es que va a peor porque cada vez nos preparan una», afirma una vecina. La última vez fueron persianas rotas y pintadas, además de los orines y molestias por ruido en los portales de las casas.
Ahora, mientras limpian el rastro de los huevos que han dejado estrellados en sus balcones y ventanas, se preguntan hasta cuándo van a tener que aguantar el vandalismo de estos grupos de «botelloneros». «No hay derecho», sentencian.
Hace unas semanas la asociación de vecinos se reunía con la alcaldesa para mostrar su malestar y pedir más vigilancia. Aunque las patrullas han aumentado, los vándalos «siguen haciendo lo que les da la gana».
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