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Un suspiro. En ese tiempo, a F. L., vecino de Aranda, le usurparon su cuenta en Whatsapp y le desviaron las llamadas de su móvil. Tan solo le llegó un mensaje de advertencia de la aplicación de mensajería instantánea y, a los segundos, su cuenta ... quedó inservible en el terminal de este arandino el 25 de septiembre. «Me sucedió porque no tenía el código de verificación introducido. Así que la persona que registró mi número de teléfono tuvo al momento el acceso a mis contactos», relata el afectado.
Con esos datos, el ciberdelincuente empezó a enviar mensajes en todos los grupos en los que estaba F. L., en los que solicitaba «transferencias de entre 700 y 800 euros». «Cuando se pedían esas cantidades de dinero, esas personas se intentaban poner en contacto conmigo. Al estar desviadas las llamadas, iban a otro número. Esa persona colgaba el teléfono y les decía que mejor era comunicarse por Whatsapp», afirma el arandino.
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Ante esta situación, «hasta dos personas estuvieron a punto de hacer las transferencias». «Incluso llegaron a tener el número de cuenta en las que hacer el envío de dinero. Creo que no ha habido ningún afectado», apunta el arandino, que también bloqueó las cuentas bancarias desde el primer momento. «En mi móvil tengo toda mi información y la de mi negocio. Llamé inmediatamente al banco para evitar algún susto», continúa.
Esta nueva táctica de estafa la vivió días antes en el móvil de su madre. Incluso días más tarde de usurpar su identidad, volvieron a intentar hackear su Whatsapp. «Recomiendo a todo el mundo que introduzca el código de verificación», agrega F. L., que tuvo una ardua tarea para recuperar su cuenta en Whatsapp. «Estuve una semana sin la aplicación. Tuve que bloquear la cuenta y luego mandar un correo a soporte. Me recomendaron el cambio de tarjeta Sim, bajo pago de 14 euros, y restaurar mi móvil», añade F. L., que lamenta la opacidad de su compañía telefónica. «No me ha proporcionado los datos de a qué número se desvió mi teléfono», añade.
Asimismo, el afectado acudió a la Policía Nacional a denunciar la usurpación. «Al final no puse denuncia porque me dijeron que al no haber estafa poco se iba a poder hacer», concluye.
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