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Oferta de viviendas en una inmobiliaria de la localidad. S.G.
Sonorama 2021

La falta de zona de acampada dispara los precios del alquiler en Aranda para Sonorama

Los propietarios de pisos en barrios periféricos piden hasta 1.500 euros por cuatro días de festival

Domingo, 4 de julio 2021, 09:44

Más de 4.000 personas buscando alojamiento en Aranda de Duero, entre los días 12 y 15 de agosto, con los hoteles copados por artistas y organización, a lo que se suma la falta de zona de acampada por las medidas sanitarias. Una tarea ... complicada a la que se enfrentan todos aquellos que tienen en su poder un bono para disfrutar del festival Sonorama Ribera. Han superado el reto de conseguir una entrada para el evento, pero a la mayoría todavía les acompaña la incógnita de saber dónde se hospedarán durante esos días de conciertos.

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Los pisos de alquiler se cotizan al alza, como ya ha sucedido en las últimas ediciones. No hay más que darse una vuelta por los portales de ofertas 'on line', donde particulares anuncian sus pisos a precios desorbitados de entre 1.000 y 1.500 euros para Sonorama. Los alquileres de pisos en Aranda en el mercado anual se sitúan entre 400 y 600 euros al mes, dependiendo del tamaño y de los servicios que incluyan.

El precio se duplica de largo durante la temporada alta de la ciudad, la celebración de uno de los festivales de música más importantes del país. Y no solo se multiplica el precio sino también la oferta de inmuebles. Propietarios que no alquilan habitualmente sus viviendas, pero también personas que rentan sus hogares porque durante esos días coinciden sus vacaciones fuera de la ciudad. Hay incluso casos más llamativos, dueños que abandonan su vivienda y se van a residir durante cuatro días a casas de familiares o amigos para sacarse un dinero extra.

Algunos abandonan su vivienda para alquilarla y se acoplan en casa de amigos o familiares

El mercado de pisos para Sonorama se mueve especialmente en portales de anuncios inmobiliarios de Internet. En uno de ellos, por ejemplo, se ofrece un piso de cuatro habitaciones en Santa Catalina, uno de los barrios periféricos de la ciudad, por 1.500 euros con «seis camas, más un par de colchones que puedo poner, e incluso si por vuestra cuenta traéis colchones inflables puede dormir hasta 10-12 personas».

En otro barrio también periférico, pero cercano al recinto ferial, un propietario pide 1.300 euros para «5 ó 6 personas», incidiendo en que se trata de un piso «ideal para un grupo de amigos que quiera venir a disfrutar del festival de una forma sana». Además, advierte de que «no se admiten mascotas y está prohibido fumar». En esa misma web, se palpa la casi desesperación de algunos festivaleros buscando un piso de precio «razonable para alojarnos y descansar entre el jueves y el viernes».

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Las inmobiliarias de la ciudad también trabajan este tipo de producto. «Este año, por las circunstancias, se ha anunciado más tarde la celebración del festival y el movimiento se está retrasando. Todavía hay mucha oferta de pisos vacíos, pero los precios están altos. Entre 1.000 y 1.500 euros por una semana», explica Rubén Madrigal, propietario de la inmobiliaria Hunter Properties.

En este sentido, destaca que 1.000 euros suelen corresponder a seis inquilinos máximo, «si hay más personas, se sube la cifra». En cualquier caso, confiesa que, si a última hora, «no se consiguen colocar, los precios bajan». El agente inmobiliario confirma que, en algunos casos, en las ofertas hay propietarios que ponen en alquiler su vivienda habitual. «Hay gente que se marcha de vacaciones y aprovecha esa cantidad económica para pasar una semana en la playa o fuera de Aranda», insiste.

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«Cobro 150 euros por persona por un piso en pleno centro», afirma una de las arrendatarias

Madrigal también llama la atención sobre otro producto que está en auge en los últimos años y que esta edición se pondrá aún más de moda por la falta de zona de acampada: los merenderos. «Las construcciones son pequeñas, pero tienen mucho terreno, zonas verdes, y los propietarios dejan acampar allí. Incluso algunos tienen piscina. Es un producto que este año seguro que triunfa», considera Madrigal.

Inquilinos de confianza

Fuera de portales o inmobiliarias, también hay otro perfil de propietarios, aunque más minoritario. Personas que buscan inquilinos que generen confianza y sin grandes grupos, aunque ello conlleve un menor rendimiento económico. «A través de la asociación Art de Troya, que organiza el festival, he encontrado unos inquilinos, son cuatro y cobro 150 euros por persona, por un piso que está en pleno centro. 600 euros. Me parece un buen precio por cuatro o cinco días de festival», afirma Mar Herrera. En la misma línea se sitúa Ángeles García, quien ha alquilado su inmueble también por 600 euros a un grupo de periodistas que trabajarán durante el festival.

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Desde la organización de Sonorama Ribera son conscientes de la realidad inmobiliaria que se vive durante los días del festival en Aranda y, en varias ocasiones, han hecho llamamientos para apelar a una línea de precios más razonable. A pesar de la reducción de aforo, este año la situación se está repitiendo. «Este agosto hacemos una versión reducida con solo 5.000 personas, pero la demanda de pisos está al mismo nivel o mayor, ya que por protocolo covid no contamos con zona de acampada. Para que os hagáis una idea, en 2019 tuvimos cerca de 13.000 acampados», explica el director del festival, Javier Ajenjo, quien subraya que cuando se contaba con el camping en el parque General Gutiérrez «siempre existía esa alternativa en el caso de que no se encontrara nada que cuadrara en pisos, pero ahora eso ha desaparecido».

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