Una decena de bodegas de Ribera dan el pistoletazo de salida a la vendimia

En cuanto a la calidad «presenta una buena salubridad y el nivel se compara con la de 2019», según el presidente del Consejo Regulador de Ribera del Duero, Enrique Pascual. En esta línea, apunta a que «aunque el ritmo de maduración iba lento, las lluvias de finales de agosto lo aceleraron y ahora está ya a punto».

En cuanto a la cantidad, el responsable de Ribera no entra en detalles del número de kilos que se recepcionarán en la campaña, aunque las organizaciones agrarias hablan de una reducción de alrededor de un 20% respecto al año pasado. Algo que está haciendo que suba el precio de la uva, «especialmente de la de gran calidad», confirman tanto Asaja como UCCL.

Las lluvias caídas este viernes han puesto en guardia al sector, ya que en estos momentos de maduración, las precipitaciones y la humedad pueden generar un alto riesgo de botrytis. En cualquier caso, se espera que el tiempo respete en los próximos días para continuar adelante con los buenos pronósticos.

El sector del vino coincide en que, en los últimos años, se ha visto una merma importante en la llegada de temporeros para realizar las labores de vendimia en las zonas de calidad. Ese descenso, en parte, está marcado por la situación sanitaria, pero también por la mecanización de las labores de recogida al proliferar la presencia de máquinas «vendimiadoras».

También, según las organizaciones agrarias, los viticultores y bodegas apuestan cada vez más por contratar cuadrillas estables para todos los trabajos que se realizan en la viña a lo largo del año como la poda, poda en verde, aclareo...

Los sindicatos UGT y Comisiones Obreras calculan que entre 800 y 1.300 temporeros llegarán hasta la Ribera del Duero burgalesa a realizar las labores de vendimia, una cifra muy por debajo de los casi 2.000 que participaron en el año 2019. Así se puso de manifiesto en la mesa de temporeros celebrada en Aranda, e impulsada por la Subdelegación del Gobierno en Burgos con la participación de cuerpos de seguridad, la Delegación Territorial de la Junta, el Consejo Regulador, organizaciones agrarias, ayuntamientos, bodegas y viticultores.

«El tema de las condiciones laborales de los temporeros ha mejorado mucho en los últimos años, pero todavía hay un 4% de ellos que no están en situación legal y no tienen unas condiciones dignas de trabajo y alojamiento. Tenemos que seguir trabajando para erradicarlo», defendió el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente.

En lo que se refiera a las medidas sanitarias, durante la vendimia se seguirá apostando por la distancia de seguridad, uso de mascarilla y en la medida de lo posible evitar los equipos y dispositivos utilizados por otro trabajador. «El año pasado demostramos que se puede hacer bien, solo se detectó un positivo entre los temporeros que se pudo aislar», añadió de la Fuente.