Cáritas atendió a casi 600 familias en la Ribera durante 2020

«No ha subido el número de intervenciones porque desde el Ayuntamiento de Aranda se ha aumentado la partida presupuestaria para ayudas de emergencia social, además se han ampliado a personas en situación irregular. También con las restricciones de movilidad la llegada de personas ha sido menor», ha explicado la coordinadora de Caritas en Aranda, Guadalupe Cuadrado. Las ayudas, en su mayor medida, han consistido en comida, productos de primera necesidad y pago de alquileres.

Respecto a los diversos programas, la pandemia ha llevado a que descienda el número de usuarios que pasaron por el servicio de personas sin hogar. En total fueron 175 las, frente a las 253 de 2019. Por su parte, el servicio de apoyo al drogodependiente ha subido un 11%, atendiendo a 103 personas.

El programa de empleo también ha continuado, aunque adaptándose la nueva situación en la vía telemática. Un total de 406 personas se han formado en Cáritas, donde se ha notado una disminución de inserción laboral.

El programa de infancia y adolescencia ha atendido a 123 niños y jóvenes, priorizando el trabajo individual en el área escolar y en el uso de medios digitales.

Cáritas pone ahora su reto en la postpandemia. «No es un reto menor. Es pronto para medir el impacto de esta crisis que aún no ha dejado ver sus verdaderas secuelas con tanto empleo destruido y medidas de apoyo que permitían aplazar pagos, pero no extinguirlos y esas familias ahora tendrán que enfrentarse a ellos», explica Cuadrado.