El Ayuntamiento de Aranda incumple el preacuerdo con los bomberos

Los profesionales del cuerpo de extinción de incendios se muestran molestos por la falta de palabra del Consistorio, cuando por su parte cumplieron lo marcado desde el primer día, retomando las horas extra que habían dejado de prestar el 1 de abril para denunciar su situación de precariedad y falta de medios. Desde el Consistorio se escudan en la falta de informes que determinen si es viable o no, la ampliación de los servicios mínimos a ocho bomberos por turno.

El pasado 18 de junio los bomberos de Aranda decidieron retomar los servicios extraordinarios en lo que calificaron como «un ejercicio de responsabilidad» por la llegada del verano y tras acercar posturas con el Ayuntamiento en un preacuerdo tras meses de tensiones. «Se van a subir los servicios mínimos de seis a ocho personas, con lo cual con ocho personas garantizamos dos salidas de cuatro y la seguridad de profesionales y ciudadanos», detallaba entonces el portavoz de los bomberos, Javier Puente.

En este momento, también desvelaba que el acuerdo entre bomberos y Ayuntamiento debería materializarse en tres semanas máximo, «sin perjuicio de seguir negociando para resolver todos los aspectos con necesidad de mejora en el servicio». Los concejales de Personal, Vicente Holgueras, y de Protección Ciudadana, Fernando Chicho alcanzaron ese compromiso tras varias reuniones con los representantes de los bomberos arandino.

Ese preacuerdo desbloqueaba una situación de conflicto que había llevado a los profesionales a negarse, desde el 1 de abril, a realizar horas extra para reivindicar la situación de precariedad que vivía el servicio de extinción de incendios sin retén de guardia desde el 1 enero de 2021, al negarse el Ayuntamiento a negociar un nuevo convenio. Algo que consideran pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos y los profesionales.

Durante esos dos meses sin realizar horas extra, según detallaron, recibieron a diario en sus domicilios requerimientos por parte de la Policía Local, también la amenaza del Ayuntamiento de la apertura de expedientes disciplinarios y el temor de que la situación acabe en despidos.

Durante este tiempo, los bomberos convocaron también dos concentraciones, el 5 y el 26 de mayo, en las que estuvieron respaldados por 500 y un millar de asistentes respectivamente.