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Nacho Rincón, el pasado mes de enero, decidió dar un paso al frente y transmitir al mundo su labor como viticultor en Ribera del Duero. Desde entonces, a través de las redes sociales, ayudado por las grabaciones de un dron, ha ido narrando todos los ... trabajos de la viña. Solo 24 horas antes de la tormenta de granizo, bajo un sol espléndido y acompañado de su cuadrilla, transmitía las tradicionales labores de finales de mayo, el comienzo de la poda en verde. Un trabajo fundamental para asegurar una gran calidad de fruto. Entonces, sus viñas transmitían vida.
Apenas un día después, sus redes sociales fueron las primeras en alertar a sus seguidores de la intensa tormenta de granizo en Ribera y las consecuencias devastadoras para el viñedo. Sus lágrimas en directo al comprobar el estado de los viñedos hicieron tomar constancia de lo duro que es el trabajo del campo en algunas ocasiones. «Nada más que sucedió, subí con el coche a las viñas y fui viendo, parcela por parcela, que estaba todo arrasado. Fue angustioso, durísimo», recuerda. Su testimonio mostraba en directo no solo lo que pasaba, sino también lo que sentía. «Se puede ver cómo me encontré todo y lo que se sufre por perder lo que he trabajado junto a mi familia durante este año».
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A pesar de que han pasado varios días, el viticultor confiesa que todavía se encuentra muy tocado anímicamente. «Estamos muy afectados, de la noche a la mañana no esperas que te vaya a pasar esto», lamenta. La tormenta ha arrasado alrededor del 70% de sus parcelas situadas en pleno páramo de Corcos, en la localidad burgalesa de Moradillo de Roa. «Tengo más de ocho hectáreas afectadas, la mayor parte de ellas en estado catastrófico. Otras 4,5 se han salvado», detalla.
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En esta línea, asume que «son los riesgos del viñedo y del campo en general». Con su espíritu optimista reflejado en una camiseta donde se puede leer 'El futuro es el campo', Nacho Rincón se ha puesto ya manos a la obra para intentar salvar lo que sea posible y preparar las viñas para que comiencen a producir cuanto antes. Entre sus sensaciones también hay espacio para el agradecimiento. «La labor de difusión de la viticultura en las redes sociales ha hecho que haya recibido cientos de mensajes de apoyo y de ofrecimiento de ayuda. Estoy abrumado», concluye
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