La añada de 2021 de Ribera del Duero, calificada de 'excelente'

El presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual, sostuvo que ha sido «un año bueno» y confió en «poder celebrar el 40 aniversario» del Consejo «por todo lo alto, y a ser posible con buen vino, gracias al trabajo de viticultores y bodegas».

La vendimia protagonizada por las 307 bodegas que participaron en la última vendimia «se desarrolló con mejor clima que la anterior», según Pascual, con una duración de 56 días. «La vendimia ha sido generosa en cantidad y equilibrio, sana, muy de Ribera del Duero, de nuestra tierra, con frescura, textura del vino…», sentenció Pascual durante la presentación de la añada, celebrada en la sede del Consejo Regulador, en Roa de Duero (Burgos). También destacó que la acogida de los bodegueros con los vinos blancos «es buena».

Por su parte, el responsable de la Estación Enológica de Rueda, José Antonio Fernández 'Chencho', que anunció ya su jubilación, consideró que la añada de 2021 puede ser una de las «cuatro o cinco añadas de más peso» en los 40 años de historia del Consejo Regulador. De hecho, sobre las tres últimas, todas ellas 'excelentes', se mojó: «Según mi criterio, de estos tres años, y en este orden, la mejor fue la de 2019, 2021 y 2020».

'Chencho' aseguró haber tenido «la suerte» de probar los blancos, «con aroma, perfil y guarda, que es buena línea de blancos de Ribera del Duero y que les llevará a una potencialidad muy grande». Sobre los tintos, los tildó de «explosivos, con mucho color, intensidad cromática equilibrada, y expresión en textura». «El cuerpo y estructura de esta añada son de vino joven, pero también para envejecimiento, y ahí había muchos vinos que nos estaban diciendo que eso era para guardar y envejecer en la madera. Se merece ser excelente», defendió

Por último, Ferrán Imedio, fundador de Gastronomistas.com, también del equipo de cata, se refirió a la «potencia impresionante de los blancos a pesar del debate surgido, pero quizás en unos años estén perfectamente integrados y se van a alinear con el resto». Respecto a los rosados, consideró que «hay cosas muy interesantes» y, finalmente, de los tintos, habló de que «juegan en otra división, a un nivel estratosférico, con finura y elegancia, que es lo que pide el mercado, no tanto olor a madera, sino más sutil y frutoso».