Amaral conquista al público del Sonorama, que refuerza sus medidas de seguridad

El objetivo era evitar en todo momento que algún 'despistado' por la emoción del momento, rompiera la normas. El festival dio potestad a su equipo de seguridad para proceder a echar del recinto a quien «no acatara las normas», por respeto a «quien sí las cumple». Algunos vídeos publicados en redes, de escasa duración, apenas 10 segundos, con público bailando en la zona de restauración, llevaron a adoptar esa decisión. El festival persigue que esas situaciones muy concretas no se repitan. «Necesitamos la colaboración y responsabilidad de todos para poder seguir disfrutando de lo que nos une: la música», pidió Sonorama Ribera a sus asistentes antes del comienzo de los conciertos de ayer.

Y la música volvió a unir a festival, público y artistas. Amaral, diez años después de su primera actuación en Aranda, se volvió a subir al mismo escenario demostrando la especial conexión del dúo con el evento. También con el público que se sigue sorprendiendo con su calidad vocal y musical, su fuerza, su puesta en escena y la manera de transmitir tanto a través de sus canciones. Un momento único en el que uno de los grupos más aclamados del panorama nacional, alababa la perseverancia del Sonorama. Sonaron sus éxitos de siempre como 'Universo', 'Marta y Sebas' o 'Kamikaze', entremezclados con los temas de su nuevo disco.

Ganas tenía también el público sonorámico de ver a León Benavente, un grupo que nunca pasa desapercibido por esa forma única de cantar, recitando largas e intensas letras y dando de repente giros antagónicos con temas como 'La Ribera'. Las luces del festival se apagaron hasta hoy sábado tras la actuación de Arde Bogotá, un grupo que promete mucho en el panorama indie. Los cabezas de cartel triunfaron cuando el sol ya había caído en el caluroso recinto de Sonorama, pero antes, casi a 40 grados de temperatura abrió la jornada Derby Motoretas Burrito Kachimba, una psicodélica banda sevillana con un rock de lo más especial. El relevo lo tomó la voz dulce, con su particular estilo suave y melancólico de Anni B Sweet y, más tarde, los sonidos electrónicos de Delaporte.

En las calles de Aranda, menos gente que en otras ocasiones ya que el festival se ha celebrado con menos del 20% del público de su edición de 2019. Sí se percibía el ambiente diurno en terrazas, restaurantes y asadores. Un ambiente relajado y sin incidentes.

Hace 13 años, un grupo totalmente desconocido se subía al escenario urbano de Sonorama en la plaza del Trigo. Era el año 2008, eran madrileños, de nombre Vetusta Morla. Tras una increíble actuación, bajaron de ese estrado convertidos en promesas bajo el grito unánime del público que pedía su presencia en el «¡Escenario principal!». Ahí se empezó a forjar la leyenda de la plaza del Trigo de Sonorama. Esa que cuenta que el escenario da suerte y catapulta a la fama a los grupos más destacados, pasó años después también con Izal. En 2009, Vetusta Morla triunfó en el escenario principal de Sonorama y luego en muchos otros escenarios y en el propio festival arandino. En esta edición, el grupo vuelve, después de seis años de ausencia, a reencontrarse con ese público que lleva tanto tiempo esperándoles. Será el plato fuerte, sin duda, del cartel del sábado. En el plantel para esta noche también estarán Varry Brava, La Habitación Roja y La La Love You. Un cartel con mucha energía para la última jornada de conciertos de Sonorama 2021 que se completan con Comandante Twin, Ginebras y Jack Bisonte.