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El alcalde de Aranda, Antonio Linaje, solicita a ADIF la paralización de la adjudicación del contrato de viabilidad de la línea Madrid-Aranda-Burgos y que se sustituya por un proyecto técnico de adecuación, apertura y mejora de la vía férrea. El primer edil argumenta ... su solicitud esgrimiendo algunos defectos existentes en el expediente de contratación. Linaje ha remitido un escrito al Administrador de Infraestructuras comunicando que en el Consistorio arandino «preocupa que, si se acaba adjudicando y formalizando el contrato, el ADIF no acometerá ninguna inversión en la línea durante los 18 meses de ejecución». Incide en que esos plazos pospondrían la inyección económica como mínimo hasta finales de 2025, «impidiendo su inclusión en el corredor Atlántico».
En este sentido, el alcalde apuesta por un expediente para la contratación de un proyecto técnico de adecuación, apertura comercial y mejora de la línea ferroviaria Madrid-Burgos con el tráfico comercial suspendido en el tramo Manzanares-Soto del Real a Aranda de Duero. «Incluiría en el mismo un breve análisis técnico preliminar previo que pudiera establecer la opción técnica más adecuada, defendiendo las características de la infraestructura y superestructura que se contemplan en esta apertura comercial».
Asimismo, según la petición del Consistorio, se analizarán las actuaciones necesarias en cada elemento para ejecutarlo a la mayor brevedad. Algo que, precisa, se hace en otras líneas de España en las que se hacen mejoras y modernizaciones integrales o se planea su construcción.
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Sobre el estado actual de la línea, Linaje recuerda a ADIF que existentes túneles «en grave estado», «en los que se pueden efectuar reparaciones con contratos de emergencia». Situación que sucede también en trincheras, pasos superiores e inferiores que se encuentran en «mal estado» y «están identificadas».
En el expediente para contratar el estudio de viabilidad, según el escrito remitido por el Ayuntamiento de Aranda, existen varios defectos detectados. Por ejemplo, algunos criterios que se basan en el histórico de viajeros de Renfe sin aportar documentación de las causas de ese histórico o que se escudan en una ley de movilidad sin aprobar. Además, en el expediente no se consideran los trenes turísticos históricos como el Translozoya a efectos del cálculos e impacto socioeconómico.
Por otra parte, el cuadro de velocidades máximas no responde a criterios técnicos. Además, se obvia algunos de los estudios existentes, entre ellos tres de reciente elaboración y que ya analizaban la rentabilidad y la demanda. En concreto, son los informes realizados por TEIRLOG en junio de 2017, el de GPYO INNOVA en junio de 2018, INGITER Ingeniería del año 2015. Asimismo, existen otros informes obviados, algunos de ellos datan de 2005
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