El pueblo burgalés de Melgar conecta generaciones mediante la tradición del filandón

La profesora Verónica García Bayón, impulsora del encuentro, se ha inspirado en una tradición de su tierra, León. Se trata del filandón, una reunión que se realiza por las noches donde se cuentan cuentos y anécdotas mientras se trabaja en alguna labor manual.

Verónica decidió llevar esta experiencia a sus alumnos y unirla a las generaciones más mayores del pueblo. Este encuentro intergeneracional o filandón, pero realizado de día, se ha celebrado este lunes. El objetivo del mismo era doble. Por un lado, se buscaba enseñar a los jóvenes la importancia de las tradiciones orales y el valor de escuchar lo que tienen que enseñar los mayores. Por otro, se quería dar voz a los mayores, una generación que tiende a ser silenciada, brindándoles así la oportunidad de compartir sus experiencias y conocimientos con los jóvenes.

«Esta es una forma de conectar generaciones», asegura Verónica, profesora de Lengua en este instituto. Ella ha tratado con sus alumnos en clase las leyendas y los textos de tradición oral y quería llevarlo a la práctica. A su vez, buscaba contar con gente con visiones diferentes, que podía conocer también esas leyendas y aportar versiones. «Buscaba jugar con la estética del filandón y que, además, los jóvenes descubran historias de su pueblo, de pueblos cercanos o, incluso, de la provincia de Burgos», explica la profesora.

En este encuentro ha participado una generación que desconoce cómo ha sido el pasado de otra generación que sigue viva. Sus infancias y adolescencias han sido muy distintas, pero si no se escucha a los mayores, ese conocimiento se pierde y ellos también merecen ser escuchados.

Así que, la dinámica ha sido la siguiente: los alumnos se han preparado leyendas e historias para contar a las personas mayores del pueblo. Estos, a su vez, aportaban comentarios, decían si la conocían o no, si se la sabían así o con otra versión o a qué cuento o leyenda le recordaba. «Esto sirve de pie para pasar a otras conversaciones y temas. Queríamos que compartieran su saber, sus historias de juventud, su infancia, cómo era el colegio, cómo trillaban», añade Verónica.

De esta forma, los jóvenes no solo aprenden a escuchar, también practican a exponerse delante de un público diferente más allá de sus compañeros de clase y descubren cosas sobre su pueblo.

«Ha salido estupendo, mucho mejor de lo esperado. Los alumnos llevaban nervios, pero hemos pasado un momento muy agradable todos. Creo que han aprendido mucho de la gente mayor, sobre todo, modos de vida, descubriendo que ahora es todo mucho más fácil», reconoce la profesora.

«La actividad es un aprendizaje basado en servicios en el que los jóvenes aportan este servicio a la comunidad, con ayuda de la Cruz Roja y la Asociación de Amas de Casa, prestando atención a personas que muchas veces dejamos en segundo plano. Me parece que tienen un saber muy importante», explica Verónica.

La Asociación de Amas de Casa y Cruz Roja, más en contacto con los vecinos, han ayudado a la profesora a buscar a las personas que quisieran participar en esta actividad.

Una actividad que, además, no es nueva en el pueblo. Es el segundo año que se realiza un encuentro intergeneracional en Melgar. En 2022 se enfocó en que las personas mayores explicaran a los alumnos cómo eran los oficios de antaño. Con estos encuentros, dos generaciones del pueblo se reúnen, se unen, se conectan y están un poquito más cerca.