Un paso más para unir las carreteras de Villarcayo y Santander

Fue un proyecto que, en el año 2006, el entonces presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, anunció cuando la Administración regional mejoró la carretera de Villarcayo en La Mazorra.

Ahora está recogido en el elenco de actuaciones del nuevo Plan de Carreteras de la Junta que la consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González, presentó en las Cortes de Castilla y León hace un par de años.

La crisis de 2008 y el olvido institucional postergó este proyecto que era fácil de ejecutar y barato desde el punto de vista económico. Con el tiempo, casi 20 años después, la Junta ha recuperado la idea de construir este tramo que a día de hoy no parece demasiado necesario.

La nueva carretera prevista tendrá una longitud de algo más de cuatro kilómetros. Todo ello para reducir en cinco u ocho minutos el viaje por la CL-629 y salvar las curvas de Peñahorada, al menos en la presentación se explicó así.

La carretera de Villarcayo, en su tramo cercano a Cantabria, es una de las más transitadas de la provincia y sobre la que los vecinos de localidades por las que transcurre ya se habían movilizado para conseguir mayor seguridad debido a la existencia de varios puntos negros en esta vía. Sin embargo, las actuaciones en este tramo no se contemplan.

Aquella obra tuvo un presupuesto de 2,8 millones de euros. Se plantearon tres soluciones de trazado y aquellos proyectos quedaron en el olvido. El paso del tiempo, el incremento de los precios y el alza de inputs ahora contemplados y que no estaban previstos hace 18 años elevará la obra hasta los 9 millones.

El paso que se da ahora es el de la redacción del proyecto para terminar la carretera y los trabajos y las materias que han de ser objeto de estudio, paradefinir las condiciones y criterios técnicos que han de servir de base. Hay nueve meses de plazo para ello y un presupuesto de 55.726,55 euros.