Pancorbo proyecta su futuro en la atención social y el turismo familiar

Javier Cadiñanos es el alcalde de Pancorbo. Desde su entrada al Ayuntamiento su obejtivo es mejorar la calidad de vida de sus vecinos e impulsar esta pequeña localidad como destino turístico de interior y familiar. Y potencialidad tiene de sobra. Uno de los proyectos que se quiere impulsar desde al Ayuntamiento es «la rehabilitación de una antigua casa solariega con un triple objetivo: social, económico y cultural», apunta Cadiñanos.

En la planta de inferior de inmueble tiene previsto el equipo de Gobierno de Pancorbo habilitar el espacio para hacer «un centro para las personas mayores, crear un espacio donde puedan realizar actividades múltiples, talleres variados e incluso comer». La realidad de los pueblos pequeños es que viven personas de edad avanzada «que en muchos casos viven solas y son necesarios espacios y estímulos que mejoren su calidad de vida», precisa el alcalde.

En la planta primera está previsto «crear una zona de emprendimiento y servicio» con el objetivo de «intentar que la gente joven apueste por vivir en el mundo rural y desarrollar en este entorno su proyecto vital». La segunda planta será para una sala de exposiciones y de formación.

Este proyecto lo quieren ejecutar con una subvención de fondos europeos dentro del proyecto de Transición Justa por un importe de 950.000 euros.

Otra línea de actuación del Ayuntamiento de Pancorbo es la promoción turística. El objetivo es «colocar a Pancorbo como un referente en turismo familiar de naturaleza y montaña». Y tiene los activos suficientes para ello: «Estamos ubicados en parque natural Montes Obarenes y contamos con muchos atractivos». El pueblo cuenta con varias rutas de senderismo, zona de escalada y «un hecho diferencial importante y es que en nuestros montes viven en estado de semilibertad entorno a los trescientos caballos losinos».

Para ello cuentan con «un sector servicios importante: casas rurales, bares y restaurantes», subraya Cadiñanos. Esta oferta turística se va a ver incrementada otros proyectos financiados por la Sociedad para el Desarrollo de Burgos (SODEBUR) y el Ayuntamiento de Pancorbo.

La idea es «construir un centro de doma del caballo losino donde se va a invertir entorno a los 130.000 euros», detalla el regidor. También se quiere desarrollar una vía ferrata y se a poner a disposición del que lo desee «seis bicicletas eléctricas para realizar pasos por el entorno.

Una de las fortalezas de Pancorbo también es el tejido industrial «pero compartimos un problema común a todos los pueblos y es la despoblación», detalla.

Pancorbo ha sido desde siempre un paso franco, marcado por su impresionante desfiladero. Constituyó durante siglos la frontera de Castilla con otros reinos.

Pancorbo en un pueblo de belén navideño. Su iglesia de Santiago fue la antigua parroquia y tiene especiales connotaciones con el camino de Santiago. Se documenta en 1340, en una avenencia de pleito entre los clérigos y el Concejo de Pancorbo y el Monasterio de San Millán de la Cogolla. La de San Nicolás está al este del pueblo. Se trata de una construcción levantada en 1714 sobre una construcción renacentista anterior.

Los encantos turísticos de esta localidad la colocan en el mapa de lugares de obligada visita. Además del casco urbano antiguo de Pancorbo, es necesario visitar, en la cota más elevada de la sierra, el Cerro del Castillo (1.038 metros de altitud). Fue desde siempre un mirador defensivo de primer orden en todas las etapas históricas, desde la Edad del Hierro, la época Romana Altoimperial o el Bronce Medio, por los restos arqueológicos recogidos en el lugar.

Ahí estuvo el Fuerte de Santa Engracia, construido entre 1794 y 1797, como último reducto defensivo en el interior peninsular en el frente de los Montes Obarenes, desde Frías hasta Haro, y como elemento fortificado frente a una posible invasión de tropas revolucionarias francesas, tras declarar la guerra a Francia en 1793. Responde al tipo general de estas estructuras defensivas de los siglos XVIII y XIX. s escarpes rocosos que presenta; se utilizarían de almacenes y arsenales.

La vista de los Obarenes y de los fértiles valles de los afluentes del Ebro es impresionante, como lo son las infraestructuras de transporte que horadan las montañas.

En entramado urbano de Pancorbo es bello. En el casco urbano se conserva arquitectura de alguna de las casas levantada en madera y enfoscada con yeso. Calles porticadas, en especial en la calle Real, en la que los espacios en soportal definen su estructura y recuerdan el mercado de Pancorbo.

Uno de los lugares más emblemáticos de su fisonomía urbana es la antigua aljama judía, ubicada en lo alto del pueblo, al lado de la muralla que unía el castillo de Santa Marta con la Peña Roja, ya desaparecido.

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