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La provincia de Burgos es un buen lugar para pasar el verano. Pueblos tranquilos y con más dinamismo y temperaturas no tan elevadas como en otros puntos con noches que permiten, incluso, sacar una chaquetilla. Durante el verano, los pueblos burgaleses ven aumentar su población. ... Miles de veraneantes se reparten por la provincia de Burgos en busca de descanso, convivencia familiar y con amigos y de un clima más fresco.
El turismo de interior y el regreso al pueblo aumenta durante los meses de verano la población y, por tanto, los pacientes desplazados de otras comunidades que atiende el Sacyl (Sanidad de Castilla y León) en la provincia de Burgos.
En el mes de mayo, los pacientes desplazados que registraba el Sacyl en la provincia de Burgos ya eran 7.263, de los que 3.960 proceden del País Vasco, el 54,5 % del total. En el mes de abril de este mismo año, las tarjetas de desplazados eran 6.892. En marzo todavía eran 5.264.
Las altas de tarjetas sanitarias de desplazado comienzan a aumentar en la provincia de Burgos, como muestran los datos, desde el mes de abril. En ese mes comienzan a registrarse más altas de tarjetas sanitarias de paciente desplazado. En mayo de este 2023 se han registrado 2.182 altas, en abril fueron 3.163 y en marzo fueron 1.642. Un patrón que es habitual.
En 2022 también se observa esta tendencia. En mayo se registraron 2.516 altas, en abril habían sido 3.188 altas y en marzo, 1.659. Con la llegada del buen tiempo y, en ocasiones, coincidiendo con los desplazamientos de Semana Santa, en el mes de abril algunas casas cerradas durante el invierno comienzan a abrirse en los pueblos.
Hay que destacar cómo los desplazamientos y los veranos han vuelto a la normalidad en los pueblos burgaleses tras la pandemia. En mayo de 2021 los pacientes desplazados eran 6.864 y en mayo de 2020 se quedaron en 2.914.
País Vasco y Madrid son las comunidades que más pacientes desplazados aportan al Sacyl en la provincia de Burgos. Comunidades cercanas geográficamente y donde, además, muchos burgaleses han emigrado a trabajar y desarrollar su vida.
En el mes de mayo, de las 7.263 tarjetas sanitarias de pacientes desplazados registradas en Burgos, 3.960 procedían del País Vasco y 1.132 de Madrid. La tercera comunidad de la que más pacientes desplazados se registran es Cataluña (451) y, en cuarto lugar, Cantabria (302).
Con respecto a las altas de pacientes desplazados contabilizadas en mayo, el orden de las comunidades es prácticamente el mismo. El mayor número de altas de tarjetas de pacientes desplazados registrado procede de País Vasco (1.177), después está Madrid (321), le sigue Cataluña (156) y Andalucía (88).
El aumento de pacientes desplazados comienza a crecer en el mes de abril. Hay que tener en cuenta que la tarjeta sanitaria tiene caducidad, pero permanece vigente durante varios meses. Se puede solicitar por un máximo de seis meses o solicitarla por un mes e irla renovando hasta llegar a los seis. A partir de este periodo de tiempo se considera que la persona se debería empadronar en ese otro municipio y cambiar su médico de Atención Primaria.
Es habitual encontrar en los pueblos burgaleses, durante los meses en los que las temperaturas comienzan a ser más cálidas, a personas mayores que regresan para pasar todo el verano tras un invierno urbano. También es frecuente el regreso a casa de los estudiantes.
Este aumento de la población implica más usuarios de servicios. La demanda es positiva y genera riqueza. Pero en la asistencia médica, con la situación actual en la que la falta de médicos y personal de Enfermería es una cuestión constante, tensa la situación.
Lo habitual en los viajeros es desplazarse por el territorio nacional sin realizar este cambio de tarjeta sanitaria, sin solicitar la de desplazado, ya que el sistema sanitario público español lo establece así, siempre habrá atención para las urgencias.
En relación con el número de visitantes y traslados, el volumen de personas que solicitan la tarjeta de pacientes desplazado no es abultado. Pero sí es habitual que las personas mayores o personas con pluripatologías que pasan buena parte del año, como son los meses de más calor, en el pueblo, la soliciten. Ya que necesitan atención continuada, vigilancia, tratamiento y pauta de medicamentos como puede ser, por ejemplo, el Sintrom.
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