El San Pablo agranda su historia con la Intercontinental

Un nuevo título internacional para el San Pablo

El mejor año de la historia del San Pablo tuvo su clímax en febrero. Otra vez, después de lograr la primera Champions League en octubre de 2020, los de Peñarroya se alzaban con la Copa Intercontinental. Hasta el punto que hasta la fecha prácticamente era el club más laureado del planeta.

Y lo hicieron gracias a doblegar a los argentinos del Quimsa en Buenos Aires. La ventaja inicial en los primeros compases del encuentro, dieron paso al manejo de la situación, por lo que los burgaleses se encargaron de vivir de las rentas del encuentro. Con la bocina del final, llegó el júbilo tras conseguir otro título, pero no había tiempo para las celebraciones. Al día siguiente tocaba volver a España para preparar la Copa del Rey, hito que alcanzó el club por primera vez en su historia.

Precisamente, el regusto del torneo del KO duró tan solo un día, pero que quiten lo bailado al Hereda San Pablo. Los azulones se enfrentaron al Tenerife en los cuartos de final, pero el tiro exterior condenó al San Pablo. Aun así, la primera piedra para futuros éxitos ya estaba colocada.

En las noticias deportivas, esas semanas el Burgos CF seguía con paso firme hacia Segunda División. Ya oteaba el primer puesto en la fase de grupos, pero, sobre todo, las sensaciones invitaban al optimismo.

Asimismo, a mediados de febrero, el Fórum de la Evolución acogía la gala de presentación de la Vuelta a España. Para más detalles acuda al mes de agosto, pero durante ese día los Miguel Indurain, Perico Delgado y compañía desvelaban los secretos de una nueva edición que venía con las dudas de la pandemia y de cómo se iba a desarrollar. Allí se conoció también que la provincia iba a acoger tres etapas de la ronda ciclista más importante del país. La Catedral, Gamonal, Espinosa, Caleruega y Silos iban a ser los puntos por los que los ciclistas, en una burbuja, iban a pulular.

Fin de la vuelta a casa a las 20:00 horas

A mediados de febrero, y una vez que el Supremo tirase por la borda la normativa de la Junta (que también había anunciado que se acaba), concluyó el toque de queda a las 20:00 horas. Fue un mes de estar en casa todos los días para ver y terminar de ver 'Pasapalabra' sin poder salir de los hogares sin causa justificada. Pero una vez que esa normativa «ilegal» llegó a su fin, los ciudadanos, sobre todo, los más jóvenes volvieron a la calle.

Y eso, también generó noticias por el hecho de volver a ver aglomeraciones en lugares emblemáticos como en Las Llanas. Allí se daban, cada fin de semana, centenares de personas que utilizaban la plaza de La Flora para recuperar parte del ocio perdido. Tanta muchedumbre obligó a la Policía Local y Policía Nacional a actuar en más de una ocasión, pues tan solo se habían ganado dos horas más de permanecer en la calle.

A pesar de todo, varios agentes tuvieron que controlar los aforos en determinados días para evitar que no se formaran grandes grupos de personas.

Sin tener nada que ver con el toque de queda, otro punto conflictivo se originó en la capital. Era Venerables. Aunque las concentraciones se daban durante todos los fines de semana, la Policía Local y Nacional tuvo que acudir más de un fin de semana a disolver grandes cantidades de jóvenes. Al parecer se reunían en los entornos del castillo para luego agruparse en la céntrica calle. Los vecinos, hartos de la situación, empezaron a denunciar esos hechos, lo que obligó a los agentes a hacer guardia hasta que el toque de queda efectuaba el resto de trabajo.

El «atropello artístico» del cambio de las puertas

Alrededor de cincuenta personas, entre las que se encuentran arquitectos, historiadores, historiadores del arte, artistas, empresarios, profesores o profesionales del ámbito de la cultura, firmaron un manifiesto para mostrar su rechazo al proyecto de sustitución de las actuales puertas de la Catedral de Burgos por una creación obra del pintor y escultor Antonio López, encargada con motivo del VIII centenario de la seo burgalesa.

En ese escrito mostraban su «frontal oposición a decoración tan aberrante, por abigarrada y anacrónica, que quitará protagonismo y armonía a la insigne fachada-portada» de la Catedral de Burgos. Y apelaban a las instituciones nacionales e internacionales encargadas de velar por el patrimonio mundial a que analicen «en profundidad» la intervención, cuya inauguración se ha anunciado para el 20 de julio, cuando se cumplen 800 años de la colocación de la primera piedra.

El grupo de profesionales y ciudadanos de a pie que firmaron el manifiesto califican de «horror» y «adefesio» el proyecto, no solo por la temática escogida por el artista («singular y personal») sino también porque supone un «atropello» artístico dada la utilización de unas proporciones transgresoras para la supuesta cara de Dios Padre. Y es que el diseño de Antonio López incluye una imagen de Dios Padre en la puerta principal de la fachada, con sendas imágenes de la Virgen María y Niño Dios acompañándola.

Esta fue la polémica del mes de febrero, la que quitó un poco de protagonismo a la covid y la que aún resuena por los entornos de la Catedral.

En el manifiesto, los firmantes aseveraron igualmente que les parece «una inocentada que los responsables lo califiquen como un 'cambio reversible', dada la envergadura física y económica del proyecto. Es una auténtica 'excusatio non petita...». Y evitaban valorar el presupuesto, «absolutamente desorbitado, que tanto chirría en la situación social del momento presente. Hay muchas otras mejoras como su deficiente calefacción, la accesibilidad o la iluminación, tanto interna como externa, que consideramos mucho más urgentes y necesarias que cambiar de puertas», rematan.

El manifiesto se unía también a la campaña que había iniciado el pintor Juan Vallejo a través de la plataforma change.org, por la que llevaba casi 1.000 firmas recogidas contra la intervención. Y ha remitido diferentes escritos a los órganos interventores de patrimonio como son la Junta de Castilla y León, la UNESCO e ICOMOS, para que eviten el cambio de las puertas actuales por la creación de Antonio López.

Esa polémica aún sigue viva en la capital y todavía faltan muchos capítulos que escribir sobre ella.

Las residencias de Burgos, inmunizadas

En febrero, las residencias empezaron a ver la luz al final del túnel. Sobre todo, tras completar la pauta contra la covid en los casi 100 centros que existen en la provincia. Fueron más de seis semanas recorriendo todos los rincones de Burgos para inocular a las personas mayores, pero aún quedaba otro esfuerzo mayor para las enfermeras, que se preparaban para vacunar masivamente a todos los ciudadanos en marzo.

En el ámbito sanitario, Burgos también se movilizó contra la privatización de la sanidad pública. Un centenar de personas se manifestaron a finales de febrero, enmarcado dentro de la campaña 'Nunca más muertos evitables, nunca más privatizaciones'. Con salida en la plaza del Cid, un centenar de personas recorrieron la capital burgalesa para pedir que se implante de «manera inmediata» una sanidad pública «universal, gratuita y de calidad».

«Es una sanidad que desde hace mucho tiempo están intentando desmontar», aseguró la secretaria de feminismo y género de CGT y portavoz de las reivindicaciones, Piedad Manjón, que añadió que las «políticas privatizadoras de la sanidad han dado como resultado el empobrecimiento de la sanidad y enriquecimiento del sector privado de la sanidad». Una situación que afirma que se aprecia más en esta época de crisis por la covid-19, en la que la Atención Primaria «está empezando a hacer aguas porque no soporta la presión sanitaria que ejerce está situación».