Secciones
Servicios
Destacamos
Afortunadamente, hoy no había cruces negras, pero sí carteles, chalecos reflectantes y una banda sonora que ya suena a tragedia. Cerca de un centenar de personas han secundado hoy una nueva movilización convocada por la Plataforma de Afectados por la N-I, que había hecho ... un llamamiento para cortar nuevamente la vía, en este caso a la altura de La Brújula.
Allí, días atrás, Maitane Urueña, una joven vecina de la zona que cada día ha de coger el coche para ir a la Universidad, tuvo un accidente. Según explica, ella circulaba en sentido a Burgos y se incorporó al carril de aceleración en el ascenso a La Brújula para adelantar a un camión. Entonces vio que el vehículo pesado «se metía» y ya no se acuerda de nada más. Sólo de quedarse empotrada contra un muro. Fueron los facultativos sanitarios que la atendieron los que le contaron que otro camión que circulaba en sentido contrario también se vio implicado en el siniestro. Ahora, Maitane va con cabestrillo, pero se siente muy afortunada de haberse librado de unas secuelas que podrían haber sido peores. Mucho peores. «He vuelto a nacer», afirma.
Su ejemplo, dice, es el de muchos otros vecinos de la zona, que cada día se ven obligados, por una razón u otra, a circular por la N-I y compartir una vía convencional con miles de camiones que, como ellos, «no se pueden permitir» los peajes de la AP-1. «El otro día me tocó a mí», pero mañana le puede tocar a cualquiera, asegura.
Y eso es precisamente lo que ha querido recordar la Plataforma, que insiste en sus reivindicaciones. No en vano, los días siguen pasando y el Gobierno sigue sin esclarecer todas las dudas que se mantienen a respecto del futuro de la AP-1, que discurre en paralelo a la N-I. «Se está hablando de un peaje» más allá del 30 de noviembre, cuando en teoría concluye la concesión, insiste Rafael Solaguren, portavoz del colectivo.
A mayores, añade, aún no se ha hecho efectivo el desvío de camiones bonificado -y obligatorio- acordado por el Ministerio de Fomento y la Junta de Castilla y León ni se ha dado paso alguno en el estudio de los nuevos accesos y salidas de la AP-1 solicitados tiempo atrás. Demasiadas «promesas incumplidas» en torno a una vía que, según subraya Maitane, «debería haberse liberalizado en 1994». Si se hubiera procedido a dicha liberalización, «probablemente» no hubiera sufrido un accidente, concluye.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.